El Parlamento gallego reclama al Gobierno central que concrete la planificación que tiene prevista para adaptar la vía entre Ourense y Santiago al ancho internacional, con el cual los trenes del AVE podrían circular a 300 kilómetros por hora.
Esta propuesta del PPdeG, que ha salido adelante con los votos a favor de BNG y la abstención del PSdeG, llama la atención sobre «los beneficios» que esta medida «supondría en cuanto a mayor competencia de operadores y para el conjunto de Galicia».
Al respecto, el diputado Diego Calvo (PP) ha mostrado la «preocupación» por la llegada del AVE a las ciudades gallegas después de que solo se haya inaugurado hasta Ourense, con el «menoscabo» de la no puesta en marcha en Galicia de los trenes Avril que pueden circular por diferentes anchos de vía a velocidades de 300 kilómetros por hora.
Por ello, apuesta por la modificación del ancho de vía al internacional entre Ourense y Santiago, lo que «posibilita» que compañías ferroviarias privadas operen la línea, ya que «no necesitaría de trenes Avril que a día de hoy solo tiene Renfe».
Defiende que la Xunta «hizo sus deberes» con un informe para «buscar soluciones en un ánimo colaborativo», al tiempo que solicitó convocatoria al Ministerio de Transportes para una primera reunión técnica.
Sostiene que el cambio del ancho de vía para la alta velocidad «cuenta con el aval de expertos ferroviarios», y sería una acción «sencilla» desde el punto de vista técnico porque se instalaron traviesas polivalentes para facilitar el cambio, mientras hay experiencias previas como la línea entre Castellón y Vinaròs.
Paralelamente, Calvo se ha quejado de que Renfe «decidió no reponer todas las frecuencias que tenía anteriormente a la pandemia», a pesar de que se ha pedido «por activa y por pasiva».
«SOLO BUSCA BENEFICIAR» A EMPRESAS PRIVADAS
El BNG ha presentado una enmienda de sustitución –la cual ha sido rechazado por los populares, pese a lo cual el Bloque ha votado a favor– a esta propuesta para que se elabore un estudio para una planificación «global» de actuaciones para la red ferroviaria. Alexandra Fernández pide «no repetir errores del pasado e invertir de forma eficiente», ya que la propuesta popular «solo busca beneficiar» a operadores privados que quieren explotar la línea.
Además, la diputada nacionalista se queja de que la argumentación del PP se basa en un informe «opaco» de la Xunta que solo se filtró a un medio de comunicación, pero que «no conoce el Parlamento».
De hecho, la diputada nacionalista ha tachado de «falaz» que la no puesta en marcha de ancho internacional «coartaría» la competencia, puesto que las empresas privadas «tiene exactamente la misma capacidad» para poder operar la línea, pero «están presionando al Gobierno para no tener que hacer esa inversión». «La urgencia que le entró al Gobierno gallego en realidad es una urgencia de esas empresas», espeta Fernández.
Y es que deja claro que «para el usuario va a ser exactamente igual circular en AVE que en ancho variable», «no va a servir para mejorar prestaciones». Por tal motivo, se pregunta «si es un prioridad para los gallegos esta inversión», y apela a que ese dinero se invierta en la conexión entre A Coruña y Ferrol, la salida sur de Vigo o en bajar los precios «abusivos» entre Santiago y Ourense.
Por su parte, la diputada socialista Patricia Otero ha dicho «no entender la urgencia de esta iniciativa», ya que recientemente la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, mostró, en una reunión con Alberto Nuñez Feijóo, su compromiso de «analizar las especificidad gallega».
Otero recuerda que «son los técnicos los que deben decidir» si se apuesta o no por esa solución. Asegura que no se oponen a esta propuesta, pero que sea la comisión técnica entre Gobierno y Xunta la que decida.
Por lo demás, la diputada socialista considera que «ahora le entren las prisas a la Xunta por intentar sacar tajada de esta situación». También espera que los trenes Avril «estén cuanto antes en la comunidad» pero con criterios de «prudencia».
En su réplica, Diego Calvo ha explicado que esta proposición no de ley se ha tramitado de forma ordinaria, «no urgente», mientras resalta que se busca «que se pongan los técnicos a funcionar cuanto antes».