Los regidores de los ayuntamientos de Zas, A Baña y Vimianzo han entregado 5.500 firmas para exigir a Abanca que no cierre oficinas en estos municipios. Mientras, vecinos de Campo Lameiro (Pontevedra) han empapelado el ayuntamiento con esquelas y convocado un velatorio.
Los representantes municipales de los tres municipios coruñeses presentaron este martes las peticiones en la sede de la entidad bancaria en A Coruña, según informa el consistorio de Zas, que avanzan que continuarán con acciones conjuntas.
En concreto, exigen a la entidad que no cierre las oficinas de Zas, A Baña y Baíñas, en Vimianzo. Lo hacen, indican, después de que un responsable de la entidad les comunicase «la decisión unilateral de la empresa de cerrar este miércoles las oficinas», apuntan sobre un cierre que afectan, añaden, a 10.000 vecinos.
Por su parte, los vecinos de Campo Lameiro (Pontevedra) han empapelado con esquelas el centro de la villa invitando a asistir al «velatorio» de la sucursal de Abanca en el municipio. Para ello, han promovido un cortejo fúnebre, que saldrá a las 21,30 horas desde la plaza del ayuntamiento y se dirigirá, acompañado por el público provisto de velas, hasta la sucursal de Abanca.
Además, el alcalde de Campo Lameiro, Carlos Costa, en nombre de toda la corporación, confirma que ha empezado a enviar solicitudes de entrevista con responsables de zona de otras entidades bancarias para explorar posibilidades de colaboración «que finalicen con la implantación de una oficina o un agente bancario en el municipio».
PROTESTA DEL BNG
Por otra parte, este martes el parlamentario del BNG Luís Bará participó en una concentración simbólica delante de la oficina de Abanca de Marín, en la calle Jaime Janer, junto a la portavoz municipal Lucía Santos y un grupo de militantes.
Lucía Santos denunció el «desmantelamiento de servicios» de la entidad en la localidad «como el cierre de la oficina en Seixo, que ya fue efectiva el pasado mes de julio, y los importantes recortes en los servicios de atención al público».
Para Luís Bará, la concentración forma parte «de una ofensiva social e institucional» por parte del BNG «frente al cierre de oficinas bancarias y para denunciar los abusos y expolio bancario».