La ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, ha cifrado en 1.000 empleos los que se generarán en torno al astillero de Navantia Fene (A Coruña) con el desarrollo del convenio entre la empresa pública, Iberdrola y Windar para la fabricación y suministro de cimentaciones de futuros parques eólicos marinos, un acuerdo valorado en 400 millones.
Así lo ha asegurado en el acto en Fene de firma del acuerdo marco por parte de los presidentes de Iberdrola, Ignacio Galán; Navantia, Ricardo Domínguez; y Windar, Orlando Alonso.
La ministra señala que se trata de un proyecto «muy importante no solo para Galicia, sino también para el conjunto de España» porque permitirá a la factoría fenesa «convertirse en una referencia internacional en el área de la energía eólica marina y de la transición hacia la producción de energías más limpias».
La ministra destaca el trabajo de «capacitación tecnológica» que se ha acometido en el astillero de Fene en los últimos años para poder desarrollar proyectos «importantes en este ámbito», y subraya que con este acuerdo se «consolida de forma definitiva esa especialización en el ámbito de las economías emergentes y azules» que, además, posibilitará la creación de «empleo de calidad no deslocalizable».
En esta línea, el convenio conlleva la puesta en marcha por parte de Navantia y Windar de una fábrica de monopiles XXL en terrenos del propio astillero.
La ministra ha incidido en la capacidad de creación de puestos de trabajo en la zona, «la noticia», asegura, «que espera la ciudadanía por ser Navantia el pulmón de la comarca».
En ese sentido, apunta que la industria auxiliar se beneficiará especialmente de este proyecto que hará que Galicia «vaya a ser conocida a nivel internacional en un sector en auge».
FEIJÓO LO VE «CLAVE» PARA PALIAR FALTA DE TRABAJO
Preguntado en la rueda de prensa posterior al Consello de la Xunta, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha defendido que este paso resulta «clave» para «reactivar» y «paliar en parte» la falta de carga de trabajo en el astillero, pendiente hasta 2022 del inicio de las fragatas F-110.
«Si no llega a ser por los contratos de eólica marina, más los contratos anteriores, el astillero estaría prácticamente cerrado salvo el dique de reparaciones. Claro que es una buena noticia, veremos a ver si se consolida», ha reflexionado.
Al tiempo, ha incidido en que ya hay soldadores y otros profesionales «especialistas en jackets de eólica marina», lo que supone «un ‘know how’ muy importante». «Es un hueco de mercado que conseguimos hace años y que seguimos consolidando», ha concluido.