La presidenta de EAPN Galicia-Rede Galega contra a Pobreza, Eloína Injerto, ha asegurado que, «aunque a nivel sanitario y económico se va viendo la luz», todavía se desconoce «el impacto social» de la crisis de covid-19 a medio y largo plazo.
Injerto preside EAPN Galicia-Rede Galega contra a Pobreza, una organización que aúna a otras 130 asociaciones gallegas del tercer sector que, «a pesar de ser muy diversas en cuanto a sus campos de acción» –derechos de la mujer, inmigración, o diversidad funcional, entre otros–, luchan «por una causa común: erradicar la pobreza, la exclusión y la desigualdad social y de género».
«Aún no sabemos las dimensiones de la crisis a nivel social», ha señalado en una entrevista ofrecida al circuito gallego de Radio Nacional, recogida por Europa Press, la responsable de Rede contra a Pobreza, que ha destacado que la recuperación «no llega por igual a todas las capas de la población».
«Los más desfavorecidos son los primeros en sufrir las consecuencias de las crisis y los últimos en percibir la recuperación», ha afirmado Injerto, que ha apuntado que para estas personas «el impacto de la crisis del coronavirus está siendo mucho mayor, ya que aún se estaban empezando a recuperar de la crisis económica de 2008».
Aunque ha concedido que el virus «no entiende de clases», sí ha remarcado que la crisis ha afectado más a ciertos sectores de la población, como son mujeres, jóvenes, familias con niños y adolescentes, y a personas «con una situación administrativa irregular» o a aquellas que están en la calle.
«Aunque hay casuísticas que hasta el momento eran invisibles y estamos empezando a visibilizar, también hay otras situaciones de pobreza derivadas del desempleo, la economía informal o la precariedad, latente en muchos sectores económicos, que afectan en primer lugar a los que ya lo estaban pasando mal», ha explicado la presidenta de la asociación.
VIVIENDA, FACTOR DE INCLUSIÓN
Eloína Injerto ha destacado que, «en coordinación con Sanidade, Política Social y otras entidades, ya están en marcha procedimientos para llegar a estas personas, en concreto a los sintecho». A este respecto, la presidenta esta red ha señalado la vivienda como un factor «fundamental y prioritario» para la inclusión social.
«Pobreza no siempre es igual a exclusión social, pero sí está muy vinculada. Hay más factores, no solo la pobreza, no siempre es una cuestión económica», ha indicado Injerto en referencia a la importancia de la vivienda.
«La vivienda es un factor de exclusión a nivel social y económico. Es muy difícil conseguir una vivienda digna con pocos ingresos, o sin ellos, y si ya incluimos otros factores de riesgo como la inmigración o el género, la situación se complica», ha añadido.
La presidenta de EAPN ha definido la vivienda como «una aspiradora de rentas». «Las familias tienen que cubrir el gasto de la vivienda, que en muchas ocasiones es muy superior a sus ingresos», ha apuntado Injerto, que ha remarcado además que «para acceder a una vivienda, el mercado lo pone cada vez más complicado». «Una inmobiliaria con la que estábamos haciendo una mediación pedía una foto en la playa, es una situación sobre la que, como sociedad, deberíamos reflexionar», ha destacado.
Preguntada por las experiencias en otros países europeos en las que se facilitan viviendas gratuitamente, Injerto ha matizado que «no es tanto que sean gratis», como que se pongan facilidades «como los alquileres sociales, o el fomento de la rehabilitación en grandes ciudades», entre otras. «La vivienda es un derecho básico, que ahora mismo no está siendo así», ha lamentado.
En este sentido, la presidenta se ha referido al Ingreso Mínimo Vital y a su incompatibilidad con la Renta de Inclusión Social de Galicia (Risga), que ha provocado que algunas personas hayan «contraído deudas con la administración».
«Ambas rentas son incompatibles por ley por una falta de coordinación previa. Esperemos dar una respuesta a esta situación cuanto antes mediante la modificación de la Ley de Inclusión Social, prevista para el próximo trimestre, y así tomar medidas respecto a su compatibilidad, incluso hacia una posible complementariedad», ha comentado.
BRECHA DIGITAL Y SALUD MENTAL
Eloína Injerto ha mencionado también otros retos a los que se enfrenta la sociedad gallega y, especialmente, los más desfavorecidos, como es la brecha digital. «Nosotros hablamos siempre de tres brechas, porque no es solo el acceso a Internet. Hay una brecha en cuanto a equipamiento –muchas personas cuentan solo con un móvil–, a acceso –cada vez es más costoso mantener una tarifa, y en cuento a formación digital», ha explicado.
Otro de los retos a los que se enfrentan es al impacto de la pandemia en la salud mental, «sobre todo en el ámbito de la infancia». «Es un tema que se ha ido visibilizando ahora con la crisis sanitaria, pero que necesita de mayor respuesta y recursos», ha señalado
Injerto ha reconocido que la experiencia en el trabajo con las diferentes administraciones es «positiva, pero muy difícil». «A veces sentimos como si estuviésemos picando piedra, sentimos impotencia pero es verdad que la comunicación es constante y fluida. Las respuestas son positivas, aunque lentas, pero las hay», ha apuntado.
Asimismo, la presidenta ha recordado que están «abiertos a todo tipo de implicación y compromiso» por parte de aquellos que estén interesados, «que pueden visitar la página web –pobreza.gal– para colaborar» en «la lucha contra la pobreza desde el enfoque de derechos y respeto a las personas desfavorecidas».