Galicia cerró el año 2020 con un total de 1.912 accidentes laborales entre los trabajadores autónomos, de los cuales 102 fueron de carácter grave y seis se saldaron con víctimas mortales.
Así figura en las estadísticas ofrecidas por Agtamar-UPTA este miércoles, jornada en la que se conmemora el Día internacional de la seguridad y la salud en el trabajo.
De este modo, el año pasado, marcado por la pandemia de covid-19, terminó con seis trabajadores por cuenta propia fallecidos en accidente laboral. Tres de ellos fueron en Lugo, dos en Pontevedra y uno en la provincia de A Coruña.
Además, hubo 1.810 accidentes leves y otros 102 graves. La mayoría de estos siniestros laborales entre trabajadores autónomos se dieron en la provincia de A Coruña, que sumó 800 accidentes leves y 50 graves.
Tras la provincia coruñesa, Pontevedra fue la segunda con mayor grado de siniestralidad laboral entre los autónomos, con 467 leves y 29 graves; seguida por Lugo con 342 leves y 14 graves y Ourense, con 201 leves y nueve graves.
El presidente de UPTA, Eduardo Abad, ha hecho un llamamiento a la «sensibilización» de las administraciones para diseñar estrategias de cara a atajar esta problemática y reducir el número de accidentes.
«La salud y la prevención de los riesgos laborales en el entorno del trabajo autónomo deben constituir los ejes prioritarios de la estrategia del nuevomodelo de trabajo por cuenta propia que estamos comenzando a desarrollar», ha incidido Abad.
Asimismo, Agtamar-UPTA resalta el papel desempeñado por el Instituto Galego de Seguridade e Saúde Laboral (ISSGA), especialmente durante la pandemia, al haber «incidido en casi todos los aspectos de las relaciones laborales, desde el riesgo de transmisión del virus en los lugares de trabajo hasta los riesgos profesionales derivados de las medidas de prevención de los contagios».