El Parlamento de Galicia ha aprobado por unanimidad una iniciativa de impulso del PPdeG para reclamar al Gobierno la construcción de una nueva subestación para atender la demanda industrial del polígono de Balaídos de Vigo y la conexión de la ciudad a la red de muy alta tensión (MAT).
En el marco de la Comisión de Industria, Enerxía, Comercio e Turismo, los diputados del PPdeG, el PSdeG y el BNG han apoyado una proposición no ley ‘popular’ para que la Xunta inste al Gobierno a rectificar e incluir en la Planificación de Red Eléctrica para 2021-2026 la construcción de una nueva subestación y la conexión de la urbe olívica a la red de transporte de 220 kilovoltios que discurre por O Porriño (Pontevedra) para facilitar un suministro eléctrico moderno con capacidad para ofrecer estabilidad al servicio.
La diputada ‘popular’ Teresa Egerique, que ha defendido la iniciativa presentada, ha criticado que el Gobierno «renuncie a dar prioridad al enganche que urge la fábrica (del nuevo grupo Stellantis en Vigo)» para garantizar su funcionamiento al no incluir la ejecución de esta actuación en la planificación para el próximo sesenio después de quedar pendiente en la correspondiente al periodo 2015-2020, durante la etapa de Mariano Rajoy como presidente.
En esta línea, ha lamentado que esta planta represente «la única de España» sin este servicio y Vigo la única ciudad de su tamaño que carece del mismo, lo que ha enmarcado en «una discriminación» de la comunidad en favor del arco mediterráneo.
Además, ha reprobado que la vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, no garantizase la inclusión de estos proyectos en la planificación de Red Eléctrica al presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, durante su reciente reunión. Así, ha apuntado que la Xunta y la planta han anunciado que presentarán alegaciones y ha reprobado que la respuesta del Gobierno haya sido «lo estudiaremos», pero «sin compromisos ni ataduras».
Aunque ha explicado que la inversión para conectar la ciudad con la rey de muy alta tensión se situará en los 70 millones de euros, ha remarcado que resulta «muy necesaria» para el crecimiento del área industrial de Balaídos, en especial, ante una planta de Stellantis que «no es competitiva desde el punto de vista energético». También ha recordado que el pleno de Vigo aprobó por unanimidad reclamar al Gobierno la conexión de la ciudad a esta línea y la construcción de una subestación.
EL BNG VE «CULPABLES» DE LA SITUACIÓN A PP Y PSOE
La diputada del BNG Carme González ha resaltado que, aunque esta actuación se incluyó en la planificación para el anterior sesenio, el anterior Gobierno no declaró la circunstancia de excepcionalidad que justificase su necesidad, por lo que no se ejecutó. Mientras, ha señalado que el Ejecutivo que preside Pedro Sánchez «no solo no declaró la excepcionalidad, sino que excluyó (la conexión a la red de muy alta tensión) de la planificación», por lo que ha concluido que el PP y el PSOE son «culpables» de la situación.
Asimismo, ha cuestionado la «voluntad» del Gobierno para incluir este proyecto en el nuevo plan de Red Eléctrica, ya que «si es justo» que Vigo disponga de subestación, «lo normal es que se incluya de oficio (en el documento)». Adicionalmente, ha recalcado que resalta preciso enganchar el polígono de Balaídos a la red de muy alta de tensión para la industria auxiliar y la fábrica de Stellantis dado que garantizará su «competitividad» y la «estabilidad» del servicio, además de su adquisición a «un mejor precio».
Por su parte, la diputada socialista Leticia Gallego ha asegurado que la conexión con la red de muy alta tensión beneficiará al área industrial viguesa y a la ciudadanía, ya que permitirá un suministro «más fiable» que sufrirá «menos cortes de tensión». También ha resaltado que el enganche se solicitó en 2013, por lo que el Ejecutivo central ‘popular’ y la Xunta «tuvieron seis años» para promover su ejecución hasta el vencimiento de la anterior planificación.
En este sentido, ha acusado al PPdeG «politizar» esta cuestión y ha confiado en que la Xunta presente alegaciones a la planificación para permitir su modificación, además de poner en valor el papel del alcalde de Vigo, Abel Caballero, como «interlocutor» de las necesidades de la fábrica automovilística ante el Gobierno.