Los ministros de Pesca de la Unión Europea continúan negociando las posibilidades de pesca para la flota comunitaria en el Atlántico y el Mar del Norte, así como en el Mediterráneo, durante 2021, y superan ya las diez horas de contactos desde que comenzase la segunda jornada de reuniones, en la que ya rechazaron una primera propuesta de compromiso.
La sesión comenzó a las 10.00 horas del miércoles y sobre la mesa de los ministros estaba un documento preparado por Alemania en su papel de presidencia de turno de la UE. La propuesta fue rechazada por las capitales europeas. Aunque contenía algunas mejoras para ‘stocks’ de importancia para España, la delegación que encabeza el ministro Luis Planas consideró que no era lo suficientemente buena para sus intereses.
Tras desestimar el nuevo documento, los Veintisiete han iniciado los llamados ‘confesionarios’ (reuniones entre cada uno de ellos con la Comisión Europea y la presidencia alemana) y también han mantenido encuentros bilaterales para tratar de desatascar la situación. España, por ejemplo, se ha reunido con Países Bajos, Dinamarca, Irlanda y Francia, además de entrevistarse una vez con Bruselas y Berlín, han informado fuentes diplomáticas.
Las negociaciones prosiguen y la intención de Alemania es no presentar una nueva propuesta de compromiso hasta que tenga garantías de que vaya a ser aprobada. Fuentes comunitarias apuntan a que esto no sucederá «antes de medianoche», lo que abre la puerta a una noche de negociaciones como ya ha sucedido en otras ocasiones.
La propuesta que Alemania ha puesto por la mañana encima de la mesa de los ministros ha sido rechazada por muchas capitales y entre ellas España, que consideraba «insuficientes» las «tibias» mejoras que contemplaba para algunas poblaciones.
En particular, la delegación española está concentrando sus esfuerzos en revertir el tijeretazo a la merluza que se captura en el Cantábrico y el Golfo de Cádiz. El punto de partida era una reducción del 13%, que pasó a ser del 10% en la nueva propuesta. Tampoco convenció a España la mejora en el caso del lenguado de aguas ibéricas, que ha pasado de una disminución del 42% a una del 20%.
Con respecto al Mediterráneo Occidental, el texto de la mañana seguía contemplando una reducción del esfuerzo pesquero del 15%, que obligaría a la flota española a amarrar durante semanas y que se sumaría al recorte del 10% aprobado para 2020. España, por tanto, pelea por «modular» esa disminución.
En relación a las 119 poblaciones cuya gestión es compartida con Reino Unido y que dependen de un futuro acuerdo entre Bruselas y Londres, la delegación española pelea por aumentar el porcentaje que se podrá pescar hasta finales de marzo gracias al periodo de transición de tres meses en el que la Comisión Europea ha propuesto mantener las posibilidades de pesca de 2020.
Así, quiere aumentar el porcentaje para la caballa, puesto que un 80% de esta especie se pesca entre febrero, marzo y abril, y también para el rape capturado en aguas del Gran Sol, cuyo consumo se concentra en los primeros meses del año.
Los ministros de Pesca se han reunido sobre las 10.00 horas de la mañana y han intercambiado sus opiniones sobre el documento elaborado por Alemania. Tras certificar que no ha servido para sellar un acuerdo, han disuelto la reunión para dar espacio a nuevos contactos bilaterales y trilaterales. España, por ejemplo, mantendrá reuniones con Dinamarca y Países Bajos como parte de estos contactos.