«Mis intereses son los mismos en Vigo que en A Coruña», afirma Pedro Rey, empresario del mundo de la formación que es uno de los dos candidatos a la presidencia de la confederación de empresarios de Galicia (CEG) en las elecciones de este martes.
Definiéndose a sí mismo como «hombre de paz y de consenso», Rey, en una entrevista concedida a Europa Press, asegura que quiere «coser» a la patronal gallega tras tiempo de divisiones y enfrentamientos que cristalizaron en casi tres años de interinidad, puesto que nadie quiso optar a ponerse al frente en las anteriores convocatorias.
En esta ocasión hay dos candidaturas y Pedro Rey lo celebra como «una buena noticia». Él fue el primero en dar un paso adelante, a propuesta de CECAP Galicia (Federación Galega de Empresas de Formación), el pasado 9 de noviembre. Después, el día 17, cuando expiraba el plazo, presentó también el aval de la Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP).
Por su parte, asegura contar con apoyo de A Coruña porque se considera «un empresario coruñés» y forma parte de esa asociación, mientras que reivindica también su sintonía con las organizaciones sectoriales debido al ámbito del que procede, de las empresas de formación. «Estoy en todos los frentes, para lo bueno y para lo malo», subraya.
Aunque quiere llegar a un acuerdo «de consenso» con su rival, el ourensano José Manuel Díaz, se muestra confiado en poder ganar en los comicios del 24, a los que están llamados a votar más de un centenar de miembros de la CEG.
«Voy a trabajar para eso (para que haya una sola candidatura). Todas las provincias quieren que haya consenso y las circunstancias lo aconsejan. Los enfrentamientos son cosas del pasado», subraya, consciente del poco tiempo entre el cierre del plazo para presentar candidaturas y la cita electoral.
«CREÍ QUE NO IBA A HABER MÁS CANDIDATOS»
Rey asegura que hubo quien le pidió ya hace un año que se animase, pero entonces no se atrevió porque presidía la confederación española de empresas de formación y ambos puestos no eran compatibles. Además, no estaban aprobadas las cuentas de la CEG de 2018 y 2019, como sí lo están ahora, algo que valora.
Así las cosas, explica que se ha «vuelto de Madrid con esta idea», la de liderar la patronal gallega, y confiesa que creía «que no iba a haber más candidatos».
En caso de llegar al martes con las dos listas, estima que «lo ideal» para que quien venza pueda afrontar un mandato tranquilo es que obtenga en torno a un 65% o un 70% de los apoyos, puesto que los estatutos de la confederación requieren mayorías «muy reforzadas» para aprobar los acuerdos, en lo que entiende un «fallo» por ser «garantistas» que impide la «buena gobernanza».
En el actual escenario, entiende la presidencia de la patronal como «un honor y una grandísima responsabilidad», debido al actual escenario económico.
«NO DEJAR A NADIE ATRÁS, TAMPOCO A EMPRESARIOS»
Ante la crisis que marca la pandemia del coronavirus, considera «absolutamente imprescindible» una prórroga de los expedientes de regulación de empleo temporales (ERTE) más allá del 31 de enero y también pide más plazo para la devolución de los préstamos ICO (medida que aprobó el Gobierno esta misma semana).
Dispuesto a «colaborar» con el resto de agentes sociales, en el marco del diálogo social, ve una «esperanza» en los fondos europeos para la reconstrucción y observa que «no es el momento» de tocar las reformas laborales, ni siquiera «para perder tiempo en debatir» si debe dársele marcha atrás o hacia adelante.
Lo prioritario ahora es «sufrir lo menos posible», asevera. Y, partidario de la «justicia social» y una política del «siglo XXI», dice que la salida de esta crisis «no tendría por qué» redundar en más precariedad.
De esta forma, hace suya la consigna de «no dejar a nadie atrás» a causa de «esta pandemia cruel», pero precisa que «tampoco a ningún empresario».
CONFEDERACIÓN DE EMPRESARIOS Y EMPRESARIAS
Además de un cambio de los estatutos de la CEG para favorecer un mejor funcionamiento, Pedro Rey plantea cambiarle el nombre por el de «confederaicón de empresarios y empresarias de Galicia» o por el de «confederación empresarial de Galicia».
Junto a este gesto, apuesta por fomentar una mayor representación de las mujeres en la organización, ya que reconoce que hay «muy pocas» que participen; y también aboga por «dar paso» a las nuevas generaciones. De salir victorioso, se compromete a que formen parte de su equipo.