El BNG ha denunciado «nuevos recortes» en los servicios ferroviarios de Ourense con la supresión de una frecuencia en el tren Avant que hace el recorrido A Coruña-Santiago-Ourense y que supone «una nueva vuelta de tuerca en la discriminación de la ciudadanía de la Cidade das Burgas».
A través de un comunicado emitido este jueves, la diputada Noa Presas demanda la «rectificación inmediata» de la decisión, que se conoce después de que el pasado miércoles el pleno del Parlamento gallego aprobase por unanimidad reclamar al Gobierno central la restitución de los servicios ferroviarios suprimidos a raíz de la crisis del covid.
De este modo, censuran la eliminación del tren Avant que partía a las 11,40 horas de A Coruña dirección Santiago, donde ponía rumbo a Ourense a las 12,10 horas; y el servicio de los viernes desde Santiago a Ourense a las 15,30 horas que reforzaba el servicio ante la «sobredemanda» por los movimientos de estudiantes.
La supresión de este servicio se suma, como recuerda la parlamentaria nacionalista, al del tren de primera hora –06,45 horas desde Ourense– y que facilitaba la llegada de estudiantes y trabajadores a la capital gallega cada mañana.
Asimismo, Presas también pone el foco en los cambios de horarios, como el del tren que salía a las 12,10 horas de Ourense, que se adelanta a las 11,45 horas, lo que supone una reducción entre «el espacio entre el primer tren del día y los de la tarde».
Otro de los servicios que sufre alteraciones horarias es el de las 18,00 horas, que pasa a las 17,05 horas, o el tren que partía de A Coruña a las 16,30 horas, que se adelanta a las 15,30 horas.
Todo ello, según Presas, supone «un obstáculo en materia de oferta horaria en materia de oferta horaria para muchas personas que estudian o trabajan y no van a poder acompasar ese adelanto».
Así las cosas, la diputada critica que «llueva sobre mojado» y que Renfe, Adif y Gobierno central tengan como «único criterio» de actuación en materia ferroviaria en Galicia la conexión con la Meseta «pero nunca a la conexión interna».
«Estas son las consecuencias de un modelo de transporte ferroviario centralista en lugar de primar la conexión interior de Galicia, que carece hoy de un tren de cercanías como sí tiene Catalunya o Cantabria», ha incidido Presas, que también relaciona estas decisiones como fruto de «la progresiva privatización de un servicio que debe ser público y ayudar al desarrollo económico de unas comarcas empobrecidas y con graves problemas de fijación de población como las ourensanas».