El conselleiro de Economía, Francisco Conde, ha informado de que la Xunta se personará en la vista del 28 de octubre que se celebrará en el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) para sustanciar la petición de medidas cautelares con el fin de paralizar el expediente de regulación de empleo (ERE) a 524 trabajadores de Alcoa San Cibrao.
En respuesta a sendas preguntas del PPdeG y PSdeG en el pleno del Parlamento gallego, Conde ha subrayado que el Gobierno gallego «acompañarán a los trabajadores en la impugnación del ERE».
Además, ha defendido el «trabajo ímprobo y fundamental» de la autoridad laboral para que «en estos momentos la impugnación del ERE pueda dar lugar a demostrar que Alcoa desarrolló un trabajo de mala fe durante todo el proceso».
Y es que expone que el Gobierno gallego, como autoridad laboral, realizó 10 advertencias y una última comunicación, por lo «no es razonable poner en duda que la Xunta asumió y desarrolló sus competencias en materia laboral».
Asimismo, ha defendido la «unidad de acción» entre Xunta y Gobierno con el objetivo de «las cubas no se paren» y «mantener la actividad industrial» en Alcoa San Cibrao. «Estamos trabajando de forma coordinada», ha subrayado.
Junto a esto, ha resaltado que, tanto para la Xunta como para el Gobierno, «la venta es la mejor opción», pero si la empresa mantiene su negativa no se descarta «ningún tipo de medida administrativa ni jurídica» para mantener la actividad.
Finalmente, Conde ha avisado a la empresa de que si cierra tendrá que devolver 50 millones de euros en ayudas por compensación de costes de CO2, mientras que tendrá que garantizar medidas de carácter medioambiental en la zona.
SITUACIÓN DE XEAL
En otro orden de cosas, el conselleiro de Economía, Francisco Conde, ha dejado laro que para la Xunta es «irrenunciable» que se cumplan los condiciones establecidas en las concesiones de XEAL (antigua Ferroatlántica) sin segregación de actividades, así como que se mantenga la actividad.
El diputado Ramón Fernández Alfonzo (BNG) ha exigido a la Xunta «soluciones» para XEAL y que «se haga respetar como gobierno», en vez de estar «en permanente estado de genuflexión delante de estas corporaciones depredadoras».
Conde ha reprochado la intervención del diputado nacionalista –ha afeado su «lenguaje anacrónico»– y que busque «generar la duda» de que se va a facilitar la segregación.