El Gobierno central ha vuelto a pedir a Alcoa que negocie la venta de la planta de aluminio de San Cibrao (Lugo) ahora que ha aparecido un inversor «solvente», la empresa Liberty House, que «garantizaría el empleo y las capacidades industriales» en la comarca de A Mariña.
Fuentes del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo han indicado a Europa Press que este departamento ha trabajado de forma «discreta» para encontrar un comprador para la planta. Su actual propietaria, la multinacional Alcoa, anunció sus planes de cerrarla y presentó un expediente de regulación de empleo (ERE), que afecta a 534 trabajadores y cuyo periodo de consultas expira el 4 de agosto.
El Ejecutivo central también ha pedido a la Xunta que, como autoridad laboral, «tenga en cuenta a este nuevo actor» y se plantee una paralización del ERE, a la espera de confirmar si se efectúa la venta. Respecto a la intervención temporal de la planta que reclama el comité de empresa, las mismas fuentes han indicado que lo que pretende el ministerio es lograr la venta de las instalaciones.
Tras hacerse público el nombre del inversor interesado en la planta de Alcoa, el ministerio ha reivindicado el trabajo que ha realizado «desde hace semanas» y que ha sido «discreto», pero «ha dado sus frutos».
Por otra parte, Alcoa ha indicado en un comunicado que está dispuesta a estudiar un proceso de venta de la planta de aluminio, pero «siempre y cuando se proceda previamente a la parada ordenada de las cubas», puesto que el proceso requiere «tiempo para ejecutarse y su éxito es incierto».
La multinacional ha asegurado que seguirá con las negociaciones del periodo de consultas del ERE y que «no se tomará ninguna decisión hasta que se haya completado el proceso».