Los sindicatos CIG y CUT han presentado escritos este viernes en el registro de la Xunta, en Santiago de Compostela, destinado a diferentes organismos y entidades como Inspección de Trabajo, Sergas y Ministerio de Sanidad para reclamar que se vele por la salud de los empleados de la planta de PSA Citroën de Vigo frente al coronavirus.
En declaraciones a su salida del registro de San Caetano, Manuel Domínguez Delgado (CIG) ha explicado que se recurre a diferentes administraciones para que «tengan conocimiento de lo que está pasando allí dentro», después de que la empresa haya hecho caso «omiso» de las reivindicaciones de los trabajadores en materia de prevención frente a la COVID-19, lo que considera un «riesgo».
Así, se queja de que «de repente, de la noche a la mañana», PSA «tomó la decisión de retirar» las medidas contra el coronavirus que tenía implantadas, mientras en la factoría olívica trabajan unas 7.000 personas con turnos de unos 2.000 empleados.
En esta línea, Víctor Manuel Mariño (CUT) censura que «la empresa está primando la productividad frente a la salud». Y es que critica que PSA ha retirado medidas «sin consensuar con el propio Issga (Instituto Galego de Seguridade e Saúde Laboral)».
A modo de ejemplo, expone que la dirección «acaba de reducir todos los descansos» que facilitaban la higiene, mientras «aumenta la velocidad de las líneas a ritmos prepandemia», lo que impide una adecuada desinfección, alerta.
De tal forma, Mariño recrimina que la compañía «está en contra de las medidas que recomienda el propio Ministerio y está poniendo en riesgo la salud de los trabajadores». Por todo ello, avisa de que «cualquier posible contagio puede tener consecuencias dramáticas en el sector» en un contexto de rebrotes.