Las secciones sindicales de la CIG en el BBVA y en Abanca han realizado este jueves sendas concentraciones en oficinas de las dos entidades en la ciudad herculina para denunciar «los abusos patronales y los recortes de servicios a la clientela que ambas empresas están imponiendo aprovechando la situación de emergencia sanitaria», explican en un comunicado.
La primera protesta tuvo lugar en la oficina del BBVA del Cantón Pequeño para denunciar «el recorte o eliminación del servicio de caja decretado por la entidad durante la pandemia, pero que ya comunicó que se mantendrá de manera permanente», señala la central sindical.
«Estamos ante una reestructuración que no fue ni comunicada ni negociada previamente con la representación social, a pesar de que afecta al empleo, la distribución del tiempo de trabajo, a los salarios y a las funciones», indicó Miguel Fernández, secretario de la sección sindical de la CIG.
En este sentido, aseguró que esta digitalización forzosa de la clientela afectará al empleo, «ya que en aquellas oficinas en las que restringe el horario de atención o se eliminan las cajas, habrá una reducción de los puestos de trabajo y el personal tendrá que hacer más funciones de carácter comercial».
CONVENIO EN ABANCA
Posteriormente, los delegados y delegadas de la central sindical trasladaron la protesta ante la oficina principal de Abanca, en Rúa Nova. «Aunque en esta entidad también se comparte la problemática de la reducción de los horarios de caja, con la movilización se quisó poner la atención en los recortes de derechos, en los despidos en caja general o en la negativa de Abanca a prorrogar la negociación del convenio colectivo».
Clodomiro Montero, secretario de la sección sindical de la CIG, ha apuntado que Abanca «suprimió el registro horario, obligando el personal a realizar horas extra para atender el aumento de la carga de trabajo, que no se computan y, por lo tanto, ni se cotizan a la Seguridad Social, ni se pagan, ni se compensan».
También sostuvo que se aplicó el teletrabajo «con equipos no homologados para trabajar toda la jornada, sin hacer el registro, sin compensar los gastos y sin respetar el derecho a la desconexión digital».