Centenares de personas, entre profesionales sanitarios y personal de seguridad, se han concentrado ante el complejo hospitalario universitario de A Coruña (Chuac) en demanda de protocolos de seguridad y más medios tras la agresión con arma blanca a un enfermero y a un vigilante el lunes. Lo han hecho con peticiones de dimisión del equipo de la gerencia del área sanitaria coruñesa y con una protesta que empezó en Urgencias y continuó hasta la sede de la misma.
Todo ello con slogans, tanto en carteles como lemas coreados por los participantes, denunciando «mala gestión» y pidiendo, en particular, la «dimisión» del gerente, Luis Verde Remeseiro. Esto en un ambiente tenso y con mucha indignación por parte de los asistentes por lo ocurrido y acompañado de pancartas y papeles en los que se podía leer: ‘la precariedad también es violencia’, ‘psiquiatría dignidad’ o ‘stop agresiones’.
«Pedimos más medios en relación a espacios y a profesionales, en el ámbito sanitario y en el de seguridad», ha exigido la presidenta de la Comisión de Centro del Chuac, María Formoso, en declaraciones a los medios de comunicación, tras asegurar que «las agresiones son frecuentes al personal que trabaja en los centros sanitarios»
«Esto acaba siendo un episodio dantesco como el que vivimos ayer, pero agresiones si que se sufren habitualmente, esto no es un hecho aislado», ha denunciado la también secretaria comarcal de CIG-Saúde.
Una situación que, ha recalcado, llevan tiempo denunciando ya que las profesionales «no pueden trabajar en condiciones de seguridad y salud ni para ellas mismas ni para los propios pacientes». «Llevamos pidiendo incremento de habitaciones y de personal pero es una cosa que se va posponiendo en el tiempo», ha recalcado.
«No tenemos los espacios adecuados para hacer frente a los enfermos de salud mental y el personal de urgencias no es personal especialista en este tipo de patologías», ha explicado para añadir que la Unidad de Agudos del Hospital de Oza, donde sí hay especialistas, ha precisado, «está constantemente colapsada».
«Al no disponer de camas los pacientes que ingresan en salud mental pueden pasar hasta seis días en un servicio que Urgencias», ha advertido. «Exigimos respuestas que no llegan por parte de la gerencia ni por parte de la Consellería de Sanidade que es la que tiene que poner los recursos para poder tener servicios sanitarios adecuados».
REVISIÓN DE PROTOCOLOS
Mientras, el gerente del área sanitaria de A Coruña y Cee, además de trasladar la «solidaridad» con las dos víctimas y expresar su «rechazo más absoluto a cualquier tipo de violencia» en el entorno sanitario, ha destacado la buena evolución de ambos en las lesiones.
«Lo que toca ahora es trabajar todos juntos», ha insistido para indicar que han convocado una reunión «para intentar analizar los pormenores de lo sucedido y revisar nuestros protocolos».
«Nuestras formas de actuación para tratar de evitar que situaciones como esta se vuelvan a repetir», ha señalado ante los medios con un intento inicial de ofrecer las declaraciones en el propio lugar de la protesta inicial ante Urgencias, donde no fue posible dado los gritos y silbidos de los asistentes, y con posterior traslado a otra zona, en la que no entró a valorar las peticiones de dimisión, al ser cuestionado por ello.
MÁS VIGILANTES
A su vez, el secretario de Organización de la Federación de Trabajadores de Seguridad Privada-USO, Iván Blanco, ha afirmado que este tipo de agresiones son «muy frecuentes» y ha incidido en la «falta de medios generalizada» para poder desarrollar sus funciones, una demanda de «años» a la gerencia.
«Los espray son una medida no letal en caso de las agresiones», ha expuesto sobre una petición a la que, ha asegurado, tuvieron una respuesta «negativa». Además, ha apuntado a la existencia de protocolos que «no están actualizados».
Sobre lo ocurrido este lunes en el Hospital de A Coruña, ha argumentado que hubo «un fallo». «El paciente viene con la Guardia Civil, queda en la sala de espera y cuando el enfermero viene a darle el tratamiento portaba un cuchillo».
En la misma línea, otras organizaciones sindicales, como CCOO y UGT, han reclamado reforzar la seguridad en las urgencias y protocolos para actuar frente a episodios violentos. También insisten en «la creciente exposición a riesgos» del personal sanitario para apostillar que lo ocurrido no es «un hecho aislado».
SINDICATO DE ENFERMERÍA
En un comunicado, el Sindicato de Enfermería SATSE ha demandado más medidas «para evitar nuevas agresiones» e insiste en que en varias ocasiones pidió «más seguridad».
«Es la punta del iceberg de una suma y sigue de las agresiones que sufre el personal sanitario en el ejercicio de su profesión», asegura para denunciar «la continua violencia que sufren a diario quienes se dedican al ciudado de la salud». Además, exigen a la gerencia del área sanitaria y a la Consellería de Sanidade «que se tomen medidas contundentes para poner fin a esta lacra».