Personal de medicina interna del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS) se ha concentrado este lunes ante el Hospital Clínico para denunciar un «empeoramiento del servicio» y la «precarización» de sus condiciones laborales.
Así lo ha dicho el presidente de la Xunta de Persoal, Xosé Manuel Marcote, para quien el servicio vive «inmerso en un caos absoluto» derivado de una «carga asistencial extrema», que obliga a «profesionales de otros servicios a asumir guardias», así como el refuerzo en el Hospital da Barbanza.
Marcote ha advertido de que se está «sometiendo a Medicina Interna a una presión asistencial sin límites», donde lo que prima «no es la calidad, ni se valora la especialización ni el esfuerzo de sus profesionales». De ello, ha responsabilizado a la gerencia, a la que ha acusado de «incumplir los principios generales de una administración pública de servicio efectivo a los ciudadanos, objetividad y transparencia, planificación y responsabilidad en la gestión».
El presidente de la Xunta de Persoal ha acusado a la gerencia de «ignorar» a los trabajadores y de no convocarlos para cuestiones como conocer el cuadro de personal o el plan funcional de este servicio. «Esta gerencia está deteriorando la asistencia sanitaria, empeorando las condiciones de trabajo y recortando los cuadros de personal de los servicios a cosa de disminuir la calidad del trabajo realizado», ha apuntado Marcote.
Xosé Manuel Marcote ha afirmado que en el caso de A Barbanza los internistas «son la mitad de los que tendrían que ser», y en el caso del Clínico de Santiago desconocen el alcance real de la falta de personal, porque «el cuadro de personal solo refleja a los profesionales presupuestados», aunque calculan que debería de haber un 20% más de los que hay.