La Xunta defiende que el próximo curso que comienza en septiembre habrá 130 aulas más de Infantil y Primaria que antes de la pandemia «pese a registrarse un descenso de casi 9.200 alumnos menos matriculados en estas etapas en este periodo». Mientras, la CIG denuncia que, según la orden publicada este viernes en el Diario Oficial de Galicia (DOG) de la modificación del catálogo de unidades y los puestos de trabajo docentes de los centros públicos dependientes de la Consellería, la administración autonómica «cierra un total 59 unidades».
Según ha detallado el departamento que dirige Román Rodríguez, el curso que comienza en septiembre contará con un total de 7.581 aulas de Infantil y Primaria en funcionamiento, lo que supone «130 aulas más que las 7.451 del curso 2019/20».
En cuanto al número de alumnos, según los datos trasladados por la Xunta, en el curso 2019 había en Galicia 137.275 alumnos en Infantil y Primaria, mientras que para el próximo curso hay matriculados 128.081, 9.184 menos.
Con esta distribución de unidades y la dotación de «todo el profesorado necesario para atenderlas», la Consellería considera que «se da respuesta a las necesidades de los escolares matriculados en el sistema público» en Infantil y Primaria.
En esta misma línea, ha querido destacar que en estos momentos hay tres procesos de oposición entre este y el próximo año que «suman cerca de 4.000 plazas docentes que, una vez finalizados, esperan que reduzcan la tasa de interinidad al 6%.
SUPRESIÓN DE DOS CENTROS
Además, en el Diario Oficial de Galicia (DOG) de la modificación del catálogo de unidades también se recoge la integración de la EEI Nosa Señora do Carme, del Ayuntamiento de Marín, en el CEP de Sequelo-Marín, del mismo municipio, así como de la EEI Vagalume, en Vilagarcía, que se integra en el CEIP Arealonga de la misma localidad.
Asimismo, «debido a la falta de matriculas», la Xunta ha comunicado la supresión del colegio CEIP de Sillobre, en el municipio coruñés de Fene –tres matriculas– y el CEIP de Merza, en Vila de Cruces –ninguna matricula registrada–. Tanto en los casos de supresión como en los de integración de centros, la Consellería asegura que estas decisiones son «fruto del consenso de las comunidades educativas y de las administraciones locales respectivas».
ALUMNOS POR AULA
Por otra parte, el Gobierno gallego insiste en que mantiene también «las ratios establecidas por la normativa estatal para Infantil y Primaria, de 25 alumnos por aula».
De hecho, puntualiza, «en Galicia el 70% de las aulas de estas etapas tienen 20 alumnos o menos» y, de ellas, «el 30% tienen 10 o menos alumnos». A esto, añade, la comunidad gallega se mantiene en «los puestos de cabeza» en lo relativo a la ratio alumno/profesor, con una media de 10,2 estudiantes por cada docente, tan solo por detrás de Extremadura y a la par que Cantabria y Asturias, mientras que la media nacional es de 12.
59 AULAS MENOS, SEGÚN LA CIG
Por otra parte, el sindicato CIG ha denunciado que, en base a los datos recogidos en el DOG este viernes, la Consellería «suprime 33 unidades en Educación Infantil y 26 en Educación Primaria», lo que supone un total de 59 unidades menos.
De este modo, la central sindical critica que, con estas 59 unidades menos, hay «casi 100 docentes menos en el sistema educativo gallego en los niveles de Infantil y Primaria».
Para la CIG, esto demuestra que la Consellería «sigue adelante con la política de desmantelamiento de la educación pública» y que «antepone criterios economicistas a la calidad de la educación».
Asimismo, ha censurado que el «desmantelamiento» incide especialmente en la atención a las necesidades educativas específicas que, en su opinión, «va a redundar en la masificación de las aulas debido al incremento de las ratios y la imposibilidad de realizar desdobles».
Por otra parte, el sindicato nacionalista considera que la Consellería «vuelve a perder una gran oportunidad para comenzar con una bajada de las ratios» que permitiría al profesorado «aumentar la calidad de la educación».
En este sentido, asegura que continuarán pidiendo a la Xunta que «aproveche la bajada de población en edad escolar para rebajar las ratios y reducir el horario lectivo del profesorado a 18 horas en Secundaria y 21 horas en Primaria» y «no como una posibilidad de ahorrar dinero».