La Plataforma na Defensa da Hostalería ha acusado a la Xunta de somoter al sector a un «estado policial» y ha pedido diálogo para revisar las medias que entraron en vigor el viernes, con una mesa permanente para evaluar las nuevas decisiones a adoptar.
Así lo reclama en un comunicado remitido a los medios, en el que vuelve a exigir un plan de rescate real, «acorde a la gravísima situación» que atraviesa el sector. «El sector no discute por las estrategias sanitarias para vencer a la covid, pero exige el cumplimiento de un principio básico de la economía de mercado: quien impide el ejercicio de una actividad legalmente establecida, paga», subraya en la nota de prensa.
En esta línea, la plataforma denuncia la «total falta de diálogo» con el sector por parte de la Administración autonómica en un contexto en el que las normas han hecho «cerrar» a un buen número de empresarios del sector.
Asimismo, considera que la orden en el Diario Oficial de Galicia (DOG) del día 25 de febrero, que abrió la desescalada en la hostelería, es un «documento confuso, ajeno a la realidad, falto de claridad, diferido y que somete al sector a un estado policial».
«Contiene apartados que bajo nuestra opinión vulneran preceptos amparados por normas de rango superior y conculcan derechos fundamentales», señala la plataforma, que estudia recurrirla ante los tribunales oportunos.
«Una norma tan retorcida solo puede ser fruto de la falta de diálogo con los interlocutores adecuados, del desconocimiento o de la intención de recuperar, por la vía de las sanciones, los escasos recursos aportados al sector», denuncian.
Y es que, para la plataforma, este texto «profundiza en la culpabilizaicón de la hostelería» que, a su juicio, realizan tanto el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, como los titulares de Sanidade y Turismo, Julio García Comesaña y Alfonso Rueda, respectivamente.
Además, tras apuntar que Madrid también está «doblegando la curva» pese a tener la hostelería abierta, rechazan la «intervención policial de los negocios» y el hecho de que un agente se pueda convertir en «inspector, instructor y sancionador en el mismo acto».
«Las irresponsabilidades de la Navidad, que tanto mencionan estos cargos políticos y que según ellos nos trajeron esta tercera ola de contagios, es posible que tuviesen que ver más con las acumulaciones de gente en otros espacios cerrados con pocas medidas higiénicas y sin control alguno sobre sus movimientos o comportamientos», aseguran los hosteleros, que se preguntan si solo hay inspecciones y controles para su sector.