El presidente del comité de empresa de la planta de Alcoa en San Cibrao, en Cervo (Lugo), José Antonio Zan, ha insistido en que la representación de los trabajadores no negociará la aplicación de «ERTE ni ERE» con la empresa, al ver el proceso «fraudulento», y no ha descartado acudir a los juzgados si esta apuesta por los despidos.
Preguntado antes de participar en la mesa negociadora con Alcoa, que ha tenido lugar en el Pazo de Cea del municipio pontevedrés de Nigrán –a unas tres horas de San Cibrao–, Zan ha remarcado que el comité de empresa no aceptará «nada que implique parar la producción» y ha incidido en que el Gobierno y la Xunta están «de su parte».
Mientras, la empresa ha advertido de la aplicación de un despido colectivo permanente que afectaría a los 534 puestos de trabajo de la planta de aluminio de San Cibrao en caso de que no haya «acuerdo sobre un ERTE» después de su rechazo a vender la factoría ni a Liberty House ni a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).
A ese respecto, el presidente del comité de empresa ha recordado que «hay juzgados y otras formas» para poder paralizar los despidos «legalmente». «La Xunta puede recurrir, el Gobierno puede recurrir y todos podemos recurrir esa decisión», ha advertido. Así, ha esperado que el Ejecutivo central y el Gobierno gallego «mantengan su palabra» y «Alcoa y sus asesores reconsideren su posición».
En la medianoche de este domingo finalizó sin acuerdo el plazo de seis semanas que se dieron Alcoa y Liberty House para negociar la venta de la factoría. En este contexto, este lunes ha tenido lugar la última reunión (telemática) de la mesa multilateral de información sobre la evolución del proceso.
Antes, el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio y la Xunta de Galicia han trasladado al comité de empresa de Alcoa su «decepción» por la ruptura de las negociaciones para la venta y han acusado a la compañía de actuar de «mala fe». Ya al término de ese último encuentro telemático, ambas administraciones han acusado a la multinacional de «empujar a los trabajadores a un conflicto innecesario».
CRÍTICAS A LA EMPRESA
Sobre el encuentro de la mesa multilateral, el presidente del comité de empresa ha criticado que la empresa «se levantase de la mesa sin acabar el plazo y ni tan siquiera responder a la última propuesta del Gobierno para adquirir la planta a través de la SEPI», que ha recordado que fue la que se la vendió en un negocio que reconoció como «ruinoso».
«Cuando una empresa pone de rodillas al Gobierno y la Xunta estamos poniendo en tela de juicio el país», ha denunciado. Así, ha recalcado la necesidad de que las administraciones «se levanten» y «digan basta» ante la posición mostrada por Alcoa. Así, ha esperado que «apoyen hasta el final» a los trabajadores, sobre los que ha asegurado que no abandonarán sus reivindicaciones.
De este modo, José Antonio Zan ha criticado que Alcoa «no se moviese de las condiciones iniciales» planteadas para la venta de la fábrica a Liberty House, sobre la que ha apuntado que «aceptó los cinco años de (suministro de) alúmina» ofrecidos en términos comerciales. «No se puede decir (Alcoa) que no actuó de mala fe» ha afirmado al destacar que el Gobierno, la Xunta, el comité de empresa y los sindicatos y federaciones «van en el mismo carril» mientras la empresa «va en dirección contraria».
Ante esta situación, Zan ha concluido que el proceso de ERE llevado a cabo por la empresa es «fraudulento» ya que este debe basarse en «buscar una salida a los puestos de trabajo y la producción», lo que ha considerado que no se ha realizado.