El Himno de Galicia celebra este sábado el 118 aniversario desde que, por vez primera, el 20 de diciembre de 1907, fue interpretado en público en el Teatro del Centro Gallego de la Habana. Fue esta la fecha en la que la diáspora en Cuba homenajeó a Pascual Veiga, autor de la música que acompaña al poema ‘Os Pinos’ de Eduardo Pondal. Más de un siglo después en la Cámara autonómica se analiza la posibilidad de restaurar su letra y la Real Academia Galega (RAG) avala algunos «retoques».
Aunque la de 1907 es la fecha de referencia y conmemoración por tratarse de la primera vez que resonó como tal en público, el origen del tema, que analizan con profusión el catedrático Manuel Ferreiro y el musicólogo Fernando López-Acuña en el estudio ‘Himno. Historia, texto e música’ está en un certamen musical organizado en 1890, que buscaba premiar a la mejor Marcha Rexional Galega que pusiera melodía al poema ‘Os Pinos’.
Este estudio socio-histórico, publicado en 2007, analiza el nacimiento, expansión y consolidación del poema ‘Os Pinos’, con la música de Veiga, como himno gallego, «en directa competencia con otras propuestas hímnicas»; y también, como certifica el extracto del mismo recogido por la Universidade da Coruña, «el proceso de deturpación textual (y sus causas) que sufrió históricamente».
Precisamente, el 118 aniversario del Himno llega con una comisión especial de estudio en marcha en el Parlamento de Galicia para decidir sobre la posible reforma de su letra.
Su plan de trabajo fue aprobado, sin votos en contra, el pasado mes de septiembre, y contemplaba la recopilación diversa de documentación, así como comparecencias, entre otras la del citado Manuel Ferreiro, quien además de ser especialista en la obra de Eduardo Pondal, se encargó en su día de defender la iniciativa legislativa popular (ILP) que instaba a restaurar su letra y que no salió adelante en 2023, con el compromiso de que se impulsaría una comisión para activar el asunto.
En todo caso, en la presentación de esta ILP promovida por Vía Galega y Galiza Cultura, Ferreiro explicó que hubo ya varios intentos de acomodar el texto legal al «texto real» escrito por Pondal, desde 1996, alrededor de 2002 y en 2017-2018.
«ERRORES» ACUMULADOS
Pondal era en el siglo XIX, según el que es uno de sus principales estudiosos, «el gran poeta nacional del momento». Escribió el texto al que Veiga le puso música y que, a partir de 1907, en La Habana fue adoptado como himno gallego y progresivamente asumido socialmente.
Pero el hecho de que esta «institucionalización» partiese de La Habana es lo que explica que el texto se difundiese en la capital de Cuba, en revistas y otros medios lejos de Galicia y que, pese a la conexión con la emigración, hubiese «adherencias textuales» que «no se correspondían» con lo que Pondal había escrito.
Ferreiro explicó tanto en el impulso inicial de la iniciativa como en el Parlamento que el texto fue impreso y difundido en medios múltiples y los «errores» se continuaron acumulando. «El propio autor, en 1913, ya muy anciano le escribía a Fontenla Leal, el gran promotor del himno en La Habana para decirle que el texto tenía incorrecciones y que había que cambiarlas», defendió.
En el foco estaban castellanismos e ‘hiperenxebrismos’ como ronco/rouco o iñorantes (se escribió ignorantes, en la forma original), así como la deturpación de la expresión original por un «proceso de banalización textual», pasando de ‘clan’ –pueblo– a ‘chan’ –suelo–.
INFORME DE LA RAG EN NOVIEMBRE
A la espera de que otras instituciones que también han sido apeladas se pronuncien –como el Consello da Cultura Galega y el Instituto de Estudos Galegos Padre Sarmiento–, la Real Academia Galega (RAG) envió un informe a la Cámara el pasado mes de noviembre (su fecha de registro es del día 20 de ese mes) en el que propone unos 15 cambios en palabras y signos de puntuación, algunos (aunque no todos) coincidentes con los que en su día reivindicaba la ILP que no salió adelante.
La RAG considera que la iniciativa de reforma debe ser considerada «seriamente» porque llega precedida de un estudio «riguroso, documentado y correctamente argumentado en el aspecto filológico». Añade que, en todo caso, las modificaciones en la letra «no implicarían más que retoques mínimos en la misma y en su mayoría» vendrían a «coincidir con las formas normales del gallego actual».
Dicho eso, precisa que el cambio de la letra del himno no debe ser abordada solo «como ejercicio de crítica filológica, sino en una perspectiva más amplia», dado que lleva más de un siglo difundiéndose y así lo aprende «un sector significativo de la ciudadanía».
Es más, hace hincapié en que «no sería razonable ignorar que las modificaciones» que el poema de Pondal experimentó al se convertir en himno no responden solo a «deturpaciones en la transmisión escrita» del texto, sino que pueden ser cambios intencionados para su «adaptación a su carácter de himno nacional, empezando por el plano gráfico y siguiendo por su interpretación cantada».
PROPUESTAS DE «RETOQUE»
En esta coyuntura, la RAG formaliza una serie de propuestas de retoque, que incluye varios signos de puntuación, pero también palabras en varios versos.
Por ejemplo, avala sustituir el castellanismo ‘ronco’ por ‘rouco’ en uno de los versos del himno y el hiperenxebrismo ‘iñorantes’ por el cultismo ignorantes, como había escrito Pondal en el texto original.
También plantea restaurar ‘cinxido’ y el ‘férridos’ original, además de ratificar (en la línea de lo que proponía la ILP) sustituir ‘valeroso chan’ por ‘valeroso clan’, dado el uso reiterado que de ese término hacía Pondal por su significado de pueblo o grupo.

