La exposición ‘Francisco Asorey. Unha recuperación necesaria’ permitirá conocer alrededor de un centenar de piezas, entre esculturas, escayolas, dibujos, imágenes y documentos de la época, del legado artístico de Asorey (Cambados, 1889). Estarán expuestas en el Museo Gaiás de Santiago hasta el cinco de abril de 2026
En palabras del comisario de la muestra, Miguel Fernández Cid, al dedicarse este año el Día de las Artes al artista pontevedrés, se pensó que «lo ideal» sería plantear una exposición distinta a las que hasta ahora se habían realizado. Por eso, el recorrido está pensado como un «paseo», de manera que el espectador vaya caminando descubriendo las obras para «hacerse una idea de quién era Asorey».
«Para mi, es un escultor eminentemente religioso, en el sentido de que él concibe la obra como un reto. Lo que quiere es que la obra tenga sentido y que sorprenda, que emocione. Siempre hablaba del maestro Mateo y de la Catedral de Santiago como sus puntos de referencia», relata Fernández Cid.
A través de las distintas salas, se exponen retratos institucionales en mármol y granito; esculturas en madera policromada; imágenes de algunos de sus monumentos y del propio Asorey — tomadas por Ksado — trabajando en su taller.
También, se incluyen en ella herramientas que utilizaba en su día a día; dibujos; monografías dedicadas al escultor y escayolas, ya que Asorey las creaba como base para posteriormente pasar las piezas a granito o madera.
«Hay obras que yo he visto en su ubicación actual, en iglesias, pero que están muy altas, en lugares muy oscuros, y que al traerlas aquí el privilegio que se tiene es que las ves enfrente y ves esos detalles que no percibes cuando se ven en sus ubicaciones originales», ha señalado.
En este sentido, como «su idea de la escultura está ligada a lo monumental», la muestra se abre con una serie de fotografías de algunos de los monumentos que tiene en las ciudades gallegas, que además «dan fe de la importancia del reconocimiento que tenía en vida», remarca el comisario.
A mayores, cuenta con un grupo de cerámicas para mostrar como «la gente demandaba esas obras». Según el comisario, son piezas que tuvieron tiradas «muy amplias y que aún así se agotaban» dado el «eco» que tenían las esculturas del artista.
IMPORTANCIA DE LA DOCUMENTACIÓN
Una de sus señas de identidad, destaca Fernández Cid, es la manera en la que Asorey se documentaba antes de realizar los encargos, al poseer una gran biblioteca con títulos de otros países. Así, aparecen elementos de la teología, de creencias de la época y mitos de otras culturas de forma recurrente.
«Cuando vemos la obra, la calidad, los recursos, las soluciones que tiene, uno no se imagina que ese escultor no conociese de primera mano la escultura romana, la escultura europea, la escultura incluso mesopotámica. Y no lo hacía, lo que sí tenía es una excelente biblioteca», explica.
Entre las piezas de la muestra, destacan aquellas que representan la identidad de Galicia a través de la mujer, como ‘O tesouro’, de 1924; ‘Naiciña’, de 1921, o ‘Ofrenda a San Ramón’, de 1923. Todas ellas, con la incorporación de elementos metálicos a la madera policromada.
«MIRAR A ASOREY CON LOS OJOS DE HOY»
Durante la inauguración de la muestra, celebrada este martes en el Museo Gaiás, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha apuntado que lo que pretende esta exposición es «mirar a Asorey con los ojos de hoy para entender su legado». «Fue mucho más que un escultor brillante, fue un creador total, que supo combinar la tradición popular, la imaginación religiosa y las vanguardias», ha subrayado.
A renglón seguido, ha añadido que «con cada trazo, en cada golpe que daba para hacer las esculturas, sus obras estaban siendo al mismo tiempo las de un gallego con enorme identidad y también las de un artista universal».
Durante su intervención, Rueda ha resaltado que en esta última gran exposición de 2025 participan instituciones muy renombradas como el Museo Reina Sofía o el Museo de Pontevedra que «decidieron que merecía la pena colaborar» en la muestra.
«Las personas que vengan verán que en esta exposición caben todos los ‘Asoreys’: El religioso, el monumental, el galleguista, el universal, porque fueron muchísimos los sectores de la sociedad que confiaron en él», ha concluido.
Por su parte, la alcaldesa de Santiago, Goretti Sanmartín, ha destacado que el artista «no solo creó en Compostela, sino que dio un paso más y consiguió mimetizarse con la ciudad, respirar como ella y que la historia y la contemporaneidad fuesen juntas». «Algo que siempre defendemos, tradición y vanguardia, tradición y modernidad», sintetizó.
Según Sanmartín, «ahí reside buena parte de su grandeza, en la armonía de crear un espacio con los grandes monumentos que son eternos, pero al mismo tiempo apostando por la renovación del arte con su singularidad».
«No hay ninguna duda de que hablamos de un creador en el sentido amplio de la palabra», enfatizó la alcaldesa, quien ha animado a visitar la ciudad «con calma» para descubrir las distintas obras de Asorey que hay en ella.

