El vicepresidente de la Diputación de Pontevedra, Rafa Domínguez, ha presentado este martes en el Edificio Sarmiento del Museo de Pontevedra la imagen de la ‘XXXII Bienal de Arte de Pontevedra’, basada en las cajas en las que se transportan las obras de arte como un símbolo «de movimiento, intercambio y conexión internacional».
El vicepresidente provincial ha explicado que cada caja representa una metáfora de la forma en la que el arte cruza océanos y continentes «un puente entre culturas, un contenedor de historias y emociones que trascienden fronteras» y también son «guardianas del patrimonio artístico de la humanidad» y su recorrido hasta Pontevedra simboliza «la apertura y la acogida que queremos brindar a todas las formas de expresión artística».
Rafa Domínguez ha destacado que con la Bienal en el 2025 Pontevedra se convertirá «en un punto de encuentro para las ideas y las emociones universales».
El nuevo diseño fue realizado por el equipo de Comunicación de la Diputación y presenta estas cajas de transporte de seguridad modernizando la tipografía Stencil, empleada desde hace siglos para marcarlas, para crear un logotipo «brillante y con fuerza» con el uso además de un color rosa flúor.
«Queremos que nuestra ciudad sea un faro de inspiración, un lugar en el que los artistas y los amantes del arte de todo el mundo se sientan bienvenidos y conectados», ha remarcado el vicepresidente, que ha aprovechado la presentación para agradecer a los profesionales del Museo todo su trabajo para hacer posible esta cita.
La XXXIII Bienal de Arte de Pontevedra, que regresa a la Boa Vila después de 35 años, tendrá lugar entre los días 15 de junio y 30 de septiembre de 2025 en diferentes localizaciones de la ciudad.
‘VOLVER A SER HUMANOS’
Bajo el título ‘Volver a ser humanos… Ante el dolor de los demás’, pretende situar a Pontevedra como el epicentro del arte contemporáneo, atraer artistas y visitantes de todo el mundo propiciando el intercambio cultural.
También aspira a presentar propuestas artísticas innovadoras, ofreciendo un espacio para la experimentación y la creatividad, e integrar a la ciudad en el evento, fomentando la participación y el disfrute del arte por parte de toda la ciudadanía al tiempo que «también va a tener un importante retorno económico para hacer de la ciudad un sitio mejor».