Un tercio de las empresas y entidades culturales gallegas creen que la «debilidad principal» del sector es «el escaso apoyo institucional y la falta de una política cultural adecuada», seguido de «las dificultades relacionadas con la subida de precios» y la situación económica actual.
Así lo ha trasladado este jueves el coordinador del Observatorio da Cultura Galega, Hakan Casares, que ha presentado en el Consello da Cultura la última edición del ‘Barómetro de la cultura gallega’, correspondiente a 2022.
En este informe, los gestores culturales «suspenden» la actividad de las diferentes administraciones en cuanto al apoyo que reciben. Así, la del Estado es la que se lleva peor puntuación, un 3,42, seguida de la Administración local, con un 4,41, y la Xunta, que recibe un 4,67.
Por sectores, las entidades culturales públicas son las que otorgan una puntuación más generosa a las administraciones, mientras que los más críticos son los autónomos.
Con todo, el barómetro refleja que el 43% de las entidades consultadas en el informe solicitó y obtuvo alguna ayuda pública el año pasado, aunque la cifra es inferior en un 4,9% a la de 2021. La mitad de estas ayudas fue por un importe de menos de 10.000 euros. En el ámbito de las organizaciones públicas o sin ánimo de lucro, las obtienen dos tercios, pero la cifra baja al 36% de las empresas y al 27% en el caso de los autónomos.
En cuanto a los fondos Next Generation, el 12% de los encuestados llegó a obtener alguna ayuda relacionada con ellos y, aunque tienen una buena evaluación global, los indicadores apuntan a que «no fue todo lo que se esperaba». Las entidades que se adhirieron a bonos culturales –el 9,3%– hacen «una evaluación muy positiva».
Este barómetro del Observatorio incluye también mención a la influencia en el ámbito de la cultura del segundo Año Santo 2021-2022 que, apunta Hakan Casares, tiene un reflejo contradictorio en los resultados.
En concreto, el 76% de los preguntados consideran que el Xacobeo «no tuvo ninguna incidencia en su actividad concreta», mientras que la mayoría considera que sí tuvo un impacto positivo en el conjunto de la cultura.
En la parte de las críticas, un 9% considera que hay «cierta masificación» con «turismo de mala calidad» y el 7,2% apunta que «no se dio prioridad a la cultura gallega» en este evento.
«UN BUEN AÑO»
En términos globales, según el barómetro, el 2022 fue «un buen año» para las industrias culturales gallegas, aunque los resultados finales se quedaron por debajo de las expectativas expresadas en la anterior edición del estudio
Además, Hakan Casares ha apuntado que la visión es «más positiva en lo propio que en general», esto es, que los encuestados consideran que la evolución de su entidad fue mejor que la consideración que tienen de la evolución de la cultura en general o del conjunto de la economía a lo largo de 2022.
En cuanto a 2023, hay «cierto pesimismo con respecto a la economía en general», pero «más optimismo» en cuanto a la evolución de la cultura y de las propias empresas, con un predominio de la «estabilidad» o el «aumento leve» de ingresos.
El 47,1% de las empresas y organismos consultados para este barómetro aumentó sus ingresos durante el pasado año, especialmente en el ámbito de las compañías de música, audiovisual, teatro, danza, espectáculos y actividades auxiliares de las artes escénicas. También mantuvieron, en términos generales, el empleo.
Eso a pesar de que casi la mitad de las entidades experimentaron un aumento de los costes laborales y la práctica totalidad (más del 84%) una subida de los precios de los aprovisionamientos. El 50,9% logró no repercutir estas alzas en los precios al consumidor.
Las entidades a las que les fue mejor el año pasado fueron los museos, las empresas relacionadas con el patrimonio, el audiovisual, la música o la educación cultural. En término medio, las bibliotecas, las relacionadas con el teatro, la danza y los espectáculos y las auxiliares de artes escénicas.
Finalmente, por debajo de la media se situaron la edición de libros y publicaciones periódicas y las empresas de artes visuales, para concluir con las de comercio de libros y publicaciones periódicas.
En términos generales, refleja el informe, 2022 fue «más positivo» para las administraciones públicas y las entidades sin ánimo de lucro que para las empresas, así como para las entidades grandes, frente a las pequeñas y los autónomos.
En cuanto a la internacionalización, una de cada cuatro empresas y entidades del sector cultural realizó durante 2022 alguna acción dirigida a incrementar su producción en el mercado internacional, 4,4 puntos por encima de 2021. Las que más trabajaron en abrir mercado exterior fueron el audiovisual, la edición de libros y la música.