El conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, y el alcalde de Lalín, José Crespo, han firmado en la mañana de este sábado un convenio de colaboración para acometer las actuaciones de conservación en la Casa de don Álvaro.
Con este acuerdo, se avanzará en el proceso de recuperación de este inmueble lalinense, con el objetivo de dotarlo de nuevos usus culturales, sociales y turísticos.
El titular del departamento de Cultura ha recordado que los presupuestos autonómicos de este año ya incluyen una partida de 300.000 euros para esta actuación, la tercera parte de los 900.000 para recuperar este espacio.
Román Rodríguez destacó la voluntad de ambas administraciones por poner a la Casa de don Álvaro, «un edificio icónico, al servicio de los vecinos de Lalín y de todos los visitantes que quieran acercarse a disfrutar de los nuevos usos que se le den a este magnífico espacio».
CRONOGRAMA DE ACTUACIONES
El acuerdo firmado este sábado regula la colaboración entre la Xunta y el Ayuntamiento para la puesta a disposición de los terrenos y el inmueble, por parte del gobierno municipal, y para regular las actuaciones de conservación, a cargo de la Consellería de Cultura. El convenio estará en vigor hasta el 31 de diciembre de 2025.
Entre las actuaciones previstas, los técnicos proponen realizar un estudio previo del estado del edificio y del jardín, así como evaluar los nuevos usos públicos en coherencia con sus valores arquitectónicos y artísticos.
A partir de ahí, se redactará un proyecto de conservación y los proyectos básicos de ejecución de las obras para la rehabilitación del inmueble. Una vez realizada esta intervención, se dotará el espacio de los equipamientos que sean precisos.
EDIFICIO SINGULAR
La Casa de Don Álvaro es uno de los inmuebles más significativos del municipio de Lalín. Construido en 1913, se trata de un inmueble de estilo modernista, una singular muestra de las viviendas burguesas de principios de siglo XX.
Su interés está reforzado por su emplazamiento en el centro neurálgico, comercial y simbólico del conjunto urbano de Lalín. No en vano, desde su construcción, acogió en la parte del bajo establecimientos emblemáticos para el municipio como una chocolatería, una ferretería o, más recientemente, la sede del Banco Pastor.
El inmueble mantiene intacta gran parte de los aspectos que caracterizan su autenticidad e integridad, sobre todo en los espacios de vivienda en la planta baja y en toda la planta alta. Destacan el portal, vestíbulo, escalera y salones principales, especialmente el comedor noble que mantiene su mobiliario de época y, en la planta alta, el espacio del salón-galería abierto al jardín privado y al dormitorio principal.
Los dormitorios responden a una planta típica de casa burguesa con alcobas y una riqueza espacial singular. También son destacables, por su interés, las carpinterías de madera de las puertas de paso interiores y carpinterías de las fachadas, especialmente, las galerías presentes en tres de sus fachadas. El jardín también es de interés, al conservar su traza y las especies arbóreas y botánicas que lo configuran.