Florencio Delgado Gurriarán, autor homenajeado este 17 de mayo en el Día das Letras Galegas, es una figura que «trasciende al sistema cultural gallego territorial», un poeta «unido fuertemente al paisaje y a su tierra» que, desde el exilio, fue «conscientemente representante» de aquellos que se veían forzados a residir fuera de Galicia tanto por la Guerra Civil y la dictadura como por motivos económicos.
Este es el relato que dibuja del autor reconocido en las Letras Galegas 2022 el secretario xeral de Política Lingüística, Valentín García, que considera a Delgado Gurriarán un «autor funtamental en la primera mitad del siglo XX» en la literatura de Galicia.
Criado en su Córgomo natal -comarca de Valdeorras– por una familia «muy preocupada por la educación», fue un autor «muy galleguista y muy apegado a la tierra», ha dicho Valentín García a Europa Press, que «comenzó a escribir muy joven» dentro de la llamada Generación del 25, que renovó la literatura gallega hacia «estructuras más modernas».
La Guerra Civil lo llevó al exilio, donde se asentó en México y descubrió en la diáspora una línea de actuación literaria, cultural y política. «Es uno de los grandes representantes del exilio, escribiendo y actuando pensando en los exiliados como él, algo que pocos autores hicieron», dibuja Valentín García.
Fue, así, «un representante de los exiliados gallegos de forma consciente y por voluntad propia», sin «decaer nunca en su defensa de la lengua y de la cultura gallega» incluso desde el otro lado del océano.
Precisamente este carácter ligado al exilio y a la emigración gallega ha sido uno de los puntos determinantes en la elección de Delgado Gurriarán para este homenaje. «Siempre ha sido un emblema del exilio», apunta el secretario xeral.
VALDEORRAS COMO BANDERA
Esta labor de reivindicación de la lengua y la cultura gallegas desde el exilio vino de la mano, en Delgado Gurriarán, de un profundo apego por su tierra natal, Valdeorras.
«Es un poeta muy apegado a la naturaleza y a la comarca de Valdeorras», señala Valentín García, destacando que, en cada composición, y físicamente, «volvió a ella siempre que pudo» y «siempre la tuvo muy presente».
De hecho, el secretario xeral considera que, precisamente esta implicación con la naturaleza es una buena vía para difundir la figura de Florencio Delgado Gurriarán entre los niños, para quienes la idea de exilio y lucha política «les puede resultar distante».
Con ello, las iniciativas escolares se «enfocan a su unión con el paisaje, a la naturaleza», en un momento histórico en el que «nadie hablaba en términos de ecología y respeto al paisaje». «Es un adelantado a nuestros tiempos que promulga el cuidado que debemos tener con la naturaleza y el origen», apostilla.