El Sindicato Labrego Galego (SLG) ha advertido de la llegada de las primeras cartas y comunicaciones a viticultores a los que las bodegas trasladan que no comprarán uva en la Ribeira Sacra debido a la excedencia de existencias.
En un comunicado emitido este viernes, el sindicato ha reclamado a la Consellería do Medio Rural que ponga sobre la mesa medidas para atajar la crisis de excedentes que se vive en la Ribeira Sacra ante la «amenaza» de que se lleve «por delante» a «cientos de pequeños y medianos viticultores».
El SLG se pregunta qué pasos está estudiando dar la Xunta ante la llegada de las primeras notificaciones negativas y por qué todavía no ha convocado una mesa de trabajo con los agentes del sector para elaborar un «plan de choque» enfocado a «salvar de alguna forma la campaña».
En este sentido, reclaman medidas como la poda en verde y bajar rendimientos de las explotaciones, la destilación de crisis, limitar plantaciones, la elaboración de un mapa «claro» que establezca «con certeza» los confines de la denominación de origen o a la puesta en marcha de un estudio de costes sobre la producción de uva en la Ribeira Sacra.
Censura que la Administración autonómica haya intentado «restar importancia» a las consecuencias de una posible crisis de excedentes «fiando todo al equilibrio final entre oferta y demanda al procedimiento destilación de crisis», una medida que el SLG considera que «no se va a activar».
En esta línea, el sindicato agrario lamenta que la Xunta no haya asumido la «responsabilidad» de diseñar una alternativa «que permina no dejar caer cientos de puestos de trabajo directos», algo que atribuyen a la «falta de creatividad» o las pocas «ganas de trabajar» que aprecian en el departamento que dirige María José Gómez.
Así las cosas, advierten que la situación del sector del vino «es complicada a nivel de toda Europa», por lo que son precisas medidas que vayan más allá de «salvar» esta cosecha.
FRUGA CENSURA LAS «AMENAZAS»
Al hilo de esto, Fruga ha emitido otro comunicado en el que censura las «amanezas» que «cada año» reciben los productores por parte de la industria y que consideran que buscan una bajada en el precio de la uva.
Lamentan que las «reglas» del juego «siempre sean marcadas por el eslabón más fuerte de la cadena», en este caso el sector transformador, que la FRUGA cree que se aprovecha de la «desprotección» de los productores mientras la administración «únicamente adopta medidas cosméticas, pero no efectivas, como es el cso de la Ley de Cadena Alimentaria».
En esta línea, ha instado a la Consellería do Medio Rural a adoptar soluciones a través de la convocatoria de las «mesas do viño» para analizar la situación junto a los consejos reguladores y las organizaciones agrarias.