La Xunta se marca el objetivo de que ardan este año menos de 18.489 hectáreas, la media de lo quemado en la última década. Con todo, destaca que «sería óptimo» si no se superan las 15.100 hectáreas (al eliminar el valor más alto de superficie ardida en estos 10 años).
Así se recoge en el plan de lucha contra el fuego (Pladiga) de la actual campaña, al que ha tenido acceso Europa Press, pendiente de su aprobación definitiva por el Consello de la Xunta. Entre otros objetivos se encuentra también no superar los 314 incendios (se refiere a los fuegos con superficie quemada de más 0,5 hectáreas), una cifra a la baja frente a anteriores campañas.
El hecho es que en 2023 ardieron 6.749 hectáreas, lo que se tradujo en una fuerte caída frente a las más de 51.000 hectáreas arrasadas en la ola de incendios de 2022. De tal forma, hay un descenso con estas 18.489 hectáreas frente a la media estadística de 19.792 hectáreas que se establecía de referente para 2023.
Igualmente, la Consellería do Medio Rural fija la meta de que no ardan más de nueve hectáreas de media por incendio. Por otra parte, se apunta al fin de que no ardan más de 7.488 hectáreas de superficie arbolada.
En esta línea, los fuegos superiores a 25 hectáreas se deberán mantener por debajo del 2% del total, al tiempo que los de una hectárea o menos se prevén que supongan más del 70%.
En lo tocante a las situaciones 2, aquellas en las que el fuego amenaza casas, se quiere conseguir una disminución de las siete activaciones que supone la media del último lustro. En 2023, solo hubo dos ocasiones, lo que contrasta con las 21 que llegó a haber en 2022.
Asimismo, Medio Rural también indica en este plan objetivos específicos como avanzar en la tramitación pendiente del anteproyecto de la ley de lucha integral contra los incendios.
MEDIOS AÉREOS PARA EL ALTO RIESGO
En el Pladiga figura que se mantienen para el alto riesgo en torno a una treintena de medios aéreos. En la comparativa de la tabla de aeronaves que figuran en los documentos de 2023 y 2024 se observan que los dependientes de la Xunta ascienden a 20, dos más (aumentan en dos los aviones de carga en tierra) que los 18 del año anterior. También los del Estado se elevan de un máximo de nueve a diez (un avión anfibio más).
Con todo, se observa que habrá una contratación de 112 personas para medios aéreos en el alto riesgo, lo que supone una disminución de 12 frente a los 124 que figuraban en 2023 en medios propios de la Xunta (el Estado mantiene 59 personas). Figura una reducción de: seis peones de brigada, dos emisoristas, dos peones conductores de brigadas helitransportadas y dos técnicos de brigada helitransportada.
El total global del personal que se recoge en el Pladiga es de 5.220 personas para la campaña de verano –entre medios propios de la Xunta, Estado y municipios–, 129 menos que los 5.349 que se observan en lo recogido en el plan de 2023. No obstante, la conselleira do Medio Rural, María José Gómez, ya ha garantizado que se prevé la intervención de unas 7.000 personas en total, como en otros años, entre las diferentes administraciones.
El Gobierno gallego continuará con la renovación del parque de motobombas durante este año, con la previsión de compra de 12 unidades durante 2024.
LA MAYORÍA SON INCENDIOS INTENCIONADOS
En el análisis de estadísticas de causalidad y motivaciones de los incendios del periodo 2014-2023 en Galicia, el informe recoge el 74,6% de los fuegos son intencionados, lo que se traduce en el 65,7% de la superficie afectada. En el 6,2% se desconoce la causa y el resto de motivos están por debajo del 5% en cada caso, como pueden ser negligencias o de forma natural.
Y es que en los últimos diez años ardieron en Galicia casi 185.000 hectáreas. Hubo 17.651 fuegos entre 2014 y 2023. Ourense encabeza la superficie arrasada, con 102.235 hectáreas, más que las otras tres provincias juntas: Lugo (34.897 hectáreas), Pontevedra (32.762 hectáreas) y A Coruña (15.497 hectáreas).