El proyecto de investigación Nettag+, en el que participan 15 instituciones de siete países europeos, entre los que se encuentra la Universidad de Santiago de Compostela (USC), desarrollará soluciones para reducir los residuos causados por la pesca en los océanos.
La investigación, que está coordinada por el Centro Interdisciplinar de Investigação Marinha e Ambiental, con sede en Matosinhos (Portugal), tiene como objetivos prevenir, evitar y mitigar el impacto de los aparejos pesqueros abandonados, perdidos o descartados sobre el medio marino.
Para conseguirlo cuenta con la participación y compromiso de entidades pesqueras a través de las cuales quieren involucrar al sector en la mejora de las prácticas y adopción de métodos de pesca más respetuosos con el medio ambiente.
Además, busca disminuir el volumen de aparejos que acaban dañando los océanos o espacios portuarios y evitar la acumulación de basura marina con la mejora de sistemas acústicos de localización de herramientas pesqueras.
En último lugar, tratarán de acercar soluciones tecnológicas para mitigar el daño causado por estos residuos, mediante el uso de sistemas de inteligencia artificial para detectar y eliminar los restos.
De esta manera, con la combinación de las tres iniciativas se podrá reducir la presencia de contaminantes químicos y microplásticos que afectan a especies y hábitats marinos. Así como la pesca fantasma, accidental o posible daño a animales vulnerables o en peligro de extinción.
EL PAPEL DE LA USC
Según ha trasladado la USC, el equipo gallego contará con un financiamiento de 300.000 euros para abordar principalmente cuatro tareas que son, estudiar el rol de los pescadores como guardianes de los océanos así como la evaluación de los programas de recogida de residuos en los puertos.
Además, codiseñarán protocolos de buenas prácticas con la industria pesquera para disminuir estos sedimentos y analizarán los costes económicos derivados de la implementación de nuevas tecnológicas orientadas a la recogida de los restos marinos.
Finalmente, también utilizarán la inteligencia artificial para cocrear diferentes escenarios virtuales de futuro y pondrán a prueba un programa de recompensa para la recogida voluntaria de estos residuos.