Biológos de la Universidad de Vigo han presentado una alegación al nuevo Plan General de Ordenación Municipal (PGOM) de la ciudad, que se encuentra en fase de tramitación, para reclamar medidas de protección de los arenales que se encuentran en la desembocadura del río Lagares, porque las actividades que actualmente se permiten (han sido designadas ‘playas caninas’) ponen en riesgo la conservación de la zona.
En un comunicado, un grupo de 8 científicos, señalan que el nuevo PGOM reconoce la importancia de la biodiversidad en esa zona, en concreto en las playas de Foz y A Calzoa, y la necesidad de conservar la fauna, los sistemas dunares, etc.
Estos arenales acogen especies de aves protegidas y de interés como el escribano palustre, el chorlitejo patinegro (‘píllara das dunas’), el chorlitejo dorado, la garceta común, el correlimos o el martín pescador (‘picapeixe’). Asimismo, es frecuente la presencia de ejemplares de nutria.
Actualmente, han lamentado los biólogos, esos enclaves «carecen de protección» y el nuevo planeamiento urbanístico tampoco contempla medidas para su conservación o restauración. De hecho, han recordado que el Ayuntamiento permite actividades, como la presencia de perros o la limpieza mecánica de las playas, que son «antagónicas con la conservación de la biodiversidad».
Por ello, han presentado una alegación en la fase de información pública del documento en la que reclaman que se haga una evaluación del estado de conservación y los riesgos que afectan a las especies y los hábitats de la zona. Asimismo, piden que el nuevo planeamiento contemple medidas de protección para esa biodiversidad y que amplíe el ENIL (Espacio Natural de Interés Local) del Vao-Baluarte hasta el estuario del río.