El grupo NeurOberisty del CiMUS de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) ha conseguido cargar nano moléculas naturales –vesículas extra celulares– con un gen modificado que inhibe la acción en las neuronas de la proteína AMPK, clave en problemas de obesidad.
Si bien el estudio solo se ha testado en ratones, el grupo de investigación liderado por Miguel López en colaboración con investigadores de la Universidad de Angers (Francia), ha logrado revertir la obesidad en ratones muy obesos, a pesar de seguir ingiriendo una dieta con elevado contenido de grasa, como resultado de un mayor gasto calórico en el tejido adiposo pardo.
Según indica la USC en un comunicado, el trabajo, subvencionado por la Fundación «la Caixa» en el marco de la Convocatoria CaixaResearch de Investigación en Salud y publicado en la revista Nature Metabolism, «va más allá del campo de la obesidad y puede extenderse a otras patologías relacionadas con el cerebro».
«Nuestro enfoque ha consistido en utilizar vesículas extra celulares, un tipo de nano partículas naturales presentes en nuestro organismo, cuya ventaja reside precisamente en su tamaño: son tan pequeñas que se pueden «colar» a través de la barrera hematoencefálica. Sin embargo, son lo suficientemente grandes como para ser «cargadas» con otras moléculas, por ejemplo, un fármaco, y actuar como mecanismo de transporte. Serían una especie de «vagones moleculares», explican López y Edward Milbank, experto en vesículas extra celulares y miembro del grupo NeurObesity..
Así, el grupo de la universidad compostelana ha conseguido inocular en estas moléculas un gen modificado que, al expresarse, inhibe la acción de la proteína llamada AMPK, específicamente en un grupo muy reducido de neuronas (unos pocos miles) del hipotálamo.
LA OBESIDAD, UNO DE LOS RETOS DEL SIGLO
Que se localicen en esa región del cerebro, es uno de los principales problemas que presentan los estudios que buscan tratamientos para este tipo de problemas, tal y como reconocen los investigadores.
«En primer lugar, está ubicado dentro de una auténtica «caja fuerte»: el cráneo y, en segundo lugar, cualquier molécula que tenga que llegar al cerebro tiene que atravesar un sofisticado sistema de transporte: la barrera hematoencefálica. Esta estructura no sólo actúa como un sistema «de peaje» para moléculas del propio cuerpo, sino que juega también un papel fundamental regulando la entrada de medicamentos en el cerebro», explica Miguel López.
Tal y como han aseverado, «la baja efectividad de dietas y otras estrategias anti-obesidad» ha llevado en los últimos años a intensificar la búsqueda de tratamientos farmacológicos. «Encontrar un tratamiento eficaz y aplicable a la mayoría de la población obesa se presenta comouno de los retos biomédicos más relevantes del siglo actual», reconocen.