El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, confía en que este mismo martes, en caso de que el viento «no empeore», se pueda «disminuir el impacto» del incendio de Ribas de Sil (Lugo), que lleva unas 1.000 hectáreas arrasadas desde que se declaró en la noche del domingo.
Preguntado sobre la evolución del fuego, el mayor registrado este año en Galicia, en una visita al nuevo CEIP Plurilingüe Cruceiro de Sanxenxo (Pontevedra), el mandatario autonómico ha confirmado que ya está «controlada la cabeza» de este incendio registrado en una zona escarpada y de una «accesibilidad muy compleja» y que ya se ha extendido al municipio de Quiroga.
De este modo, ha explicado que hay que llevar las llamas «hasta el río» para que así el fuego «se muera allí» y luego trabajar «en las partes altas» del mismo.
Precisamente, en el mediodía de este martes la cuenta de Twitter de la Consellería do Medio Rural para informar sobre los incendios ha asegurado que, «gracias al esfuerzo y profesionalidad» de los efectivos, el fuego «evoluciona de modo favorable».
Además, Feijóo ha desvelado que en la noche del lunes, sobre las 22,30 horas, recibió una llamada del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, a quien agradeció «la coordinación» de los medios de extinción con la Unidad Militar de Emergencias (UME) desplegada en la zona.
«PAUTA HABITUAL DE LOS INCENDIARIOS»
El presidente de la Xunta también ha recalcado la intencionalidad de este gran incendio: «Todo acredita que la pasada noche del domingo, una vez que los medios ya no pueden volar, hubo un foco que posteriormente se amplió con dos focos más. Y eso suele ser la pauta habitual de los incendiarios».
De hecho, Feijóo ha vuelto a pedir «colaboración ciudadana para detectar cualquier conducta sospechosa» y «ponerla en conocimiento de las fuerzas y cuerpos de seguridad».
Y se ha dirigido a los «criminales incendiarios» para advertirles que no solo se están jugando «penas privativas de libertad» por provocar el incendio, sino que sus conductas también pueden «producir homicidios» en las parroquias afectadas.
«Yo pido un mínimo de moral y de ética a las gentes que creen que un fuego no es más que un problema forestal. No, un fuego es un atentado medioambiental, pero también puede provocar la muerte de personas inocentes», ha agregado.
SEPTIEMBRE Y OCTUBRE, MESES «COMPLEJOS»
Asimismo, el presidente gallego ha reconocido que la tendencia de «los últimos años» es la de que los incendios se desplazan desde los meses de julio y agosto a septiembre y octubre,
«Por tanto, no podemos en ningún caso cantar victoria y estamos en un mes muy complejo, este septiembre», ha reflexionado Feijóo, para seguidamente avisar de que octubre también puede complicarse «si no hay precipitaciones».