La asociación animalista Libera ha iniciado este jueves su campaña ‘#CeroPetardos’, con la que pretenden alertar de los «múltiples efectos negativos» del lanzamiento de cohetes y artefactos similares.
La asociación pretende disuadir así a la población de utilizar estos espectáculos de fuegos artificiales durante la Navidad y ha pedido a la ciudadanía que busque «alternativas» para celebrar estas fiestas.
Tal y como ha informado la agrupación animalista en un comunicado, los estruendos de este tipo de artefactos son «muy dañinos» para diferentes colectivos de la sociedad, «desde bebés y personas mayores hasta aquellos ciudadanos con Trastornos del Espectro Autista (TEA) o con hiperacusia».
Así, ha señalado, estas detonaciones pueden generar reacciones de ansiedad y terror. «El estallido de un cohete puede llegar a generar 190 decibelios, muy por encima de los 65 que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS)», ha recordado Libera.
Además de los trastornos que pueden provocar estos artefactos en las personas, la asociación ha indicado que es «mucho más dañino» para los animales, cuyo sistema auditivo «es más sensible», ya que puede provocar reacciones de pánico y miedo.
Los animalistas también se han referido al impacto sanitario provocado por las detonaciones de estos espectáculos, ya que «muchos incluyen durante su fabricación el empleo de metales pesados carcinógenos» que generan los colores llamativos y característicos de los fuegos artificiales, además de liberar humos metalíferos que, han añadido, pueden llegar a causar problemas respiratorios.
Respecto a estas partículas contaminantes, Libera ha incidido también en su impacto en el medio natural, «en especial en las aguas».
«COMPROMISO» A AYUNTAMIENTOS Y XUNTA
Asimismo, Libera ha reclamado un «compromiso» por parte de ayuntamientos y de la Xunta para «reflexionar sobre el modelo de ocio público» y diseñar programas «que no incluyan actividades que puedan generar miedo en parte de la Sociedad ni en los animales».
La asociación también ha hecho un llamamiento a la ciudadanía para que utilicen alternativas más respetuosas como la pirotecnia blanca –de menor impacto acústico y ambiental– o la realización de espectáculos con drones, un sistema empleado ya en varias ciudades chinas por el Año Nuevo.