El Ministerio de Transición Ecológica ha concedido la declaración de impacto ambiental (DIA) a la regasificadora de GNL de Reganosa en el municipio de Mugardos (A Coruña).
En julio de 2019, el Tribunal Supremo declaró nula la exención del trámite de evaluación de impacto ambiental que acordó el Consejo de Ministros de 27 de mayo de 2016, con el Gobierno de Mario Rajoy en funciones, respecto a esta terminal. Ahora se da cumplimiento a esta sentencia con esta autorización.
La declaración de impacto ambiental reconoce el carácter esencial de la terminal (con su operación se asegura el abastecimiento energético en el noroeste español) y la idoneidad del plan de vigilancia ambiental implantado actualmente.
Reganosa tendrá que implantar formalmente las medidas preventivas, correctoras y compensatorias que prevé la DIA, muchas de las cuales ya se encuentran incorporadas con distintas intensidades en esta planta de regasificación que se puso en marcha en 2007 en una superficie de unas 15 hectáreas.
Antes de emitir esta DIA favorable (procedimiento de evaluación ambiental más estricto en el ordenamiento jurídico español), la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental ha recabado la opinión de diversas administraciones, organismos y colectivos.
VALORACIÓN
Entre otras cuestiones, el documento determina que la calidad de las aguas no varió tras la construcción de la planta, mientras que la socioeconomía de la zona se ha beneficiado del proyecto.
Además, esta declaración sostiene que el vertido de la planta no afecta ni a la composición ni a la estructura de las comunidades bentónicas situadas en las inmediaciones de la terminal, después de que varios colectivos mostrasen su preocupación sobre la influencia en bancos marisqueros.
Mientras, el sonido asociado al funcionamiento de la terminal se ajusta a lo legalmente establecido. En materia de seguridad, la instalación cuenta con un plan de emergencia, cumple con todos los requisitos legales y en ninguno de los escenarios de riesgo evaluados hay población afectada.
Asimismo, los gaseros navegan y maniobran según criterios de Capitanía Marítima, mientras que hay una «total ausencia de incidencias». Por su parte, vulnerabilidad de las instalaciones ante potenciales catástrofes naturales es despreciable.