El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y el Ministerio de Consumo han puesto en marcha este jueves ‘Recuerdos inolvidables. La mascarilla es para ti, no para la naturaleza’, campaña institucional para promover el uso de mascarillas protectoras y sensibilizar a los ciudadanos sobre los efectos de su abandono en entornos naturales.
«Una mascarilla higiénica común abandonada en la naturaleza puede tardar en degradarse entre 300 y 400 años, varios cientos de años en los que nos afecta a nosotros, al agua, al suelo, flora y fauna», ha advertido Teresa Ribera, la vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Según afirma, España no es ajena a la contaminación que provoca el abandono de residuos plásticos y metálicos, papeles y cartones o colillas en espacios naturales, por lo que, para atajarla, insta a actuar en el origen, apelando a la responsabilidad individual y modificando los hábitos de consumo.
«En un momento en el que todos debemos actuar con responsabilidad, protegiéndonos y protegiendo a nuestros conciudadanos con el uso de mascarillas, es importante ampliar esa protección a los entornos naturales, que nos proveen servicios básicos como el aire limpio, agua y alimento, evitando abandonar mascarillas o cualquier otro residuo», ha añadido.
Por su parte, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha hecho un llamamiento a la «responsabilidad individual de los ciudadanos, clave en las tres fases de la mascarilla: compra, uso y deshecho».
En la primera de ellas ha apelado al «consumo responsable» y ha recordado que, frente a las mascarillas higiénicas y quirúrgicas de un solo uso, el Gobierno recomienda adquirir cuando sea posible las reutilizables (de especificación UNE 0065), que permiten reducir la cantidad de residuos generados. Garzón ha insistido también en que ese «consumo responsable» debe ir ligado a un correcto uso para evitar la propagación del COVID-19.
«Todos y todas tenemos que ser conscientes de la importancia de la mascarilla y promoverla en nuestro entorno porque la salud de toda la población está en juego».
«La sociedad ha ido tomando conciencia en las últimas décadas de la importancia tanto del reciclaje como de no abandonar envases en entornos naturales y urbanos fuera de sus contenedores. Nuevos residuos como los millones de mascarillas, guantes o envases de gel generados debido a la pandemia no pueden ser una excepción; el consumo responsable va desde la compra hasta el deshecho de los productos o envases».
LAS MASCARILLAS: AL CONTENEDOR GRIS
Con carácter general, los residuos asociados a la protección frente al COVID-19 y, especialmente, las mascarillas, guantes y otros equipos de protección personal, deberán depositarse en la fracción resto domiciliaria (el contenedor gris de residuos no separables) y en ningún caso podrán ser abandonados en la vía pública o en un entorno natural.
Por otro lado, y al objeto de evitar el consumo de productos de un solo uso, la campaña fomenta el uso de mascarillas higiénicas reutilizables (Especificación UNE 0065) para su uso por parte de la población y recomienda la utilización de guantes de un solo uso únicamente en circunstancias concretas, siendo en general preferible no emplearlos y ser rigurosos con las medidas de higiene, como lavarse frecuentemente las manos y evitar tocarse la cara.
CRECIENTE PRESENCIA DE RESIDUOS
Anualmente, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico realiza campañas de caracterización de las basuras en playas del territorio nacional que, posteriormente, incorpora al perfil ambiental de España, que se publica anualmente.
La serie temporal (2013-2018, último dato consolidado) refleja una creciente presencia de residuos abandonados en estos entornos y evidencia la predominancia de basuras plásticas, en torno a un 71% del total, seguido de papel y cartón, en torno a un 11%. Los residuos higiénicosanitarios, en donde se englobarían las mascarillas y guantes desechables, suponen en torno a un 6,5% del total.
En función del material que se haya usado en su fabricación –la mayoría incluyen polipropileno no tejido, un tipo de plástico–, las mascarillas podrían llegar a englobarse dentro del amplio grupo de residuos plásticos abandonados en entornos naturales.
Similar situación ocurre con los guantes desechables, habitualmente confeccionados con vinilo, vitrilo, polietileno o látex; y con los envases en los que se comercializan tanto mascarillas como guantes o el gel hidroalcóholico, donde la presencia del plástico es habitual.
La fragmentación de todos estos residuos puede constituir, además, una fuente de acumulación de microplásticos en el medio, cuestión que agrava aún más los efectos asociados al abandono de basuras dado que, entre otras cuestiones, introduce los residuos plásticos en la cadena trófica, especialmente de la fauna marina.
El departamento que dirige Teresa Ribera viene realizando desde hace varios años campañas de prospección en playas para poder establecer tendencias sobre la presencia de estas partículas plásticas. Además, ha incorporado al anteproyecto de Ley de Residuos la prohibición de productos cosméticos y detergentes que contengan microplásticos añadidos intencionadamente.