La estatua de la Virxe do Leite hallada en el río Sar en junio del 2020 está ya incorporada a la exposición permanente del Museo das Peregrinacións de Santiago de Compostela, una vez concluido el proceso de restauración durante más de un año y medio.
El conselleiro de Cultura, Educación e Universidade, Román Rodríguez, ha visitado la pieza este sábado acompañado del secretario xeral de Cultura, Anxo M. Lorenzo, y de la directora xeral de Patrimonio Cultural, María del Carmen Martínez Insua. Han sido recibidos por la directora del museo, Esperanza Gigirey, quien ha realizado una explicación ante los medios de cómo fueron todos los trabajos de rehabilitación por los que pasó la estatua que data del siglo XIV.
Fue el 15 de junio del 2020, pocas semanas después del confinamiento total por la primera ola de la pandemia, cuando un pescador aficionado de A Estrada (Pontevedra) localizó esta talla de piedra que se encontraba semisumergida en una zona de poco caudal del Sar, en el barrio de Conxo.
Según la directora del museo, apareció «en un estado de conservación complicado» y posteriormente ingresó en estas instalaciones para empezar una tarea de restauración que fue «un poco larga»: «Queríamos que la pieza no se deteriorase y llegase al público de la mejor manera posible».
Así, Gigirey ha relatado cómo la virgen estuvo sumergida en un primer momento en un tanque de agua desionizada para evitar su desecación, mientras se le realizaban «diferentes estudios y analíticas para determinar el mejor proceso» de rehabilitación que se podía seguir.
Después, una vez ya estaban los resultados de esta investigación y el proyecto de restauración estaba presentado, se procedió a la limpieza de la capa de verdín que presentaba. «Fue un trabajo muy concreto en un espacio de tiempo muy corto, porque la pieza seguía sumergida en ese tanque» y «solo se dedicaban una o dos horas diarias a limpiar», ha detallado la directora.
Posteriormente, se consolidaron las brechas que presentaba la piedra hasta que se programó un secado progresivo para evitar su deterioro. La escultura, de casi un metro de alto, está tajada en cuatro de sus cinco caras y representa a una virgen entronizada amamantando al Niño Jesús. A ambos lados, sobre sus hombros, descansan dos ángeles sujetando un botafumeiro o incensario.
En cuanto a su autoría, el equipo de expertos implicado en el proceso la atribuye a un taller ourensano de influencia burgalesa, responsable también de la Virxe de Santa María de Salomé y del tímpano de San Fiz de Solovio, ambos en Santiago.
Según la directora del Museo das Peregrinacións, se cree que la Virxe do Leite estuvo entre 30 y 50 años en el río Sar, desde que colapsó una presa a la que «supuestamente debería estar incorporada» y hasta que fue encontrada hace más de año y medio.
Ahora ya forma parte de esta exposición permanente, concretamente a la segunda planta, dedicada a la historia de la ciudad. De hecho, se ha aprovechado para recuperar otra virgen gótica del siglo XIV, en este caso de madera y de un taller castellano o leonés, para que los visitantes puedan compararlas.
UN TRABAJO «DE GRAN COMPLEJIDAD»
Por su parte, el conselleiro de Cultura, Educación e Universidade ha felicitado y agradecido al equipo técnico por la restauración de esta estatua, un trabajo de «gran complejidad» y que «necesita de mucho tiempo».
«Esta pieza generó una expectativa muy positiva en la ciudad y en toda Galicia en su momento, incluso salió a nivel internacional en medios de reconocido prestigio por la singularidad que tenía y por encontrar una estatua de esta calidad y de esta historia en un río después de tanto tiempo», ha recordado Román Rodríguez.
Todo esto habla, ha añadido, «de la importancia que tiene la cultura y el patrimonio», sobre todo en Santiago y en la Comunidad gallega, donde «la historia y la cultura es fundamental para entender lo que somos y sobre todo tiene una trascendencia económica importantísima».
«La rehabilitación del patrimonio genera una gran riqueza emocional, porque las personas en cierta medida se identifican con este patrimonio, pero también una riqueza económica», ha destacado el conselleiro, quien ve en esta virgen «un motivo más» para visitar el Museo das Peregrinacións.