Los incendios que afectaron a la parroquia de Vilardemilo, en Viana do Bolo, y a la de Queirugás, en Verín, en la provincia de Ourense, han quedado extinguidos tras quemar casi 355 hectáreas entre los dos, ha informado este domingo la Consellería do Medio Rural.
De acuerdo con la última actualización de los datos, el incendio de Viana do Bolo quedó extinguido a las 12,30 horas de este domingo y la medición definitiva determinó que la superficie afectada es de 210,47 hectáreas, de las que 159,3 son de monte raso y el resto, arboladas.
El Gobierno gallego apunta a un origen intencionado en este caso, puesto que se registraron hasta cinco focos diferentes el jueves y comenzó a unas horas a las que los medios aéreos apenas pudieron trabajar por la proximidad de la puesta de sol.
Trabajaron en este incendio en total un técnico, 22 agentes, 51 brigadas, 23 motobombas, dos palas, ocho helicópteros y ocho aviones.
Por su parte, el de Verín se declaró extinguido a las 12,31 horas de este domingo. Las llamas comenzaron el miércoles y calcinaron 143,93 hectáreas, de las que 105,48 son arboladas y el resto, de monte raso.
Al lugar se desplazaron en total un técnico, 17 agentes, 35 brigadas, 17 motobombas, dos palas, 10 helicópteros y nueve aviones.
Otro fuego que afecta a la provincia de Ourense sigue activo en Monterrei, tras haber quemado unas 450 hectáreas y convertirse en el mayor en lo que va de terporada en Galicia.
Este incendio comenzó el viernes en la parroquia de Flariz y la proximidad de las llamas a las casas provocó que en la madrugada del sábado se activase una alerta (situación 2), que se desactivó unas horas después.
A lo largo de la jornada continuarán las labores para evaluar cuánta superficie forestal se ha visto afectada y qué terreno es de parcelas agrícolas. Hasta el momento, han participado en las labores de extinción un técnico, 22 agentes, 42 brigadas, 27 motobombas, dos palas, nueve helicópteros y 12 aviones, además de efectivos de la Unidad Militar de Emergencia (UME).