La red pública de albergues del Camino de Santiago ultima sus preparativos para iniciar la reapertura gradual a partir del 1 de julio, fecha en la que también abrirán la Catedral de Santiago y el Centro Internacional de Acogida al Peregrino, un proceso que, ha explicado la Xunta, «se iniciará con los albergues más necesarios», es decir, aquellos que suponen más del 50% del total de plazas de alojamiento en albergues en cada municipio.
Con ello, la previsión es que un mínimo de 28 albergues de la red pública estén en servicio desde la primera jornada (18 de gestión autonómica, ocho de gestión municipal y dos a cargo de asociaciones), a los que se irán sumando nuevas aperturas progresivamente en función de la demanda y de la oferta.
La previsión es que los primeros albergues en abrir sean los de A Gudiña, Begonte, Betanzos, Boimorto, Carral, Castroverde, Lalín, Laza, Mesía, Miño, Monterroso, Mos, Neda, Ordes, Pontecesures, Pontevedra, Portas, Samos, San Cristovo de Cea, Sandiás, Teo, Trasmiras, Valga, Vedra, Verín, Vilar de Barrio, Xinzo de Limia y Xunqueira de Ambía.
Asimismo, la Xunta estará en contacto con los ayuntamientos para que, si se detecta una necesidad, se activen para prestar servicio nuevos alojamientos, puesto que «todos estarán listos y en disposición de hacerlo desde el propio 1 de julio». En cualquier caso, la previsión es que el 1 de septiembre todos los albergues estén ya operativos.
A mayores, y con la intención de que los establecimientos privados también se reactiven, los albergues públicos mantendrán una capacidad máxima del 50%, mientras que en el resto de albergues se permitirá incrementar el porcentaje hasta el 75%.
ENCUENTROS PREPARATORIOS
Un equipo técnico de la Consellería de Cultura que coordina el proceso mantuvo estos días reuniones con los 17 ayuntamientos que gestionan albergues integrados en la red autonómica. Todos ellos cuentan con el soporte de la Xunta para establecer medidas de prevención sanitarias.
En concreto, el Gobierno gallego se está encargando de inutilizar las plazas que no serán ocupadas, así como de proveer cartelería, señalización, mamparas, mascarillas para los trabajadores, geles y soluciones desinfectantes, dispensadores, papeleras de pedal, guantes o bolsas a los establecimientos.
Con esta misma finalidad, los albergues privados, «con los que el Ejecutivo autonómico tiene abierta una vía de diálogo», explica, «disponen de una línea de ayudas para el sector turístico, dotada con 5,9 millones de euros», que financia la adquisición de material de protección y facilita la adaptación de los negocios a los requerimientos de seguridad higiénico-sanitaria contra la COVID-19.