Un nuevo modelo que apueste por la normalización y la recuperación de la lengua gallega. Esta es la premisa principal de la que nace la propuesta de bases, presentada este martes por A Mesa y varios colectivos del mundo de la enseñanza, para impulsar el idioma en el sistema educativo en las diferentes etapas del sistema.
La propuesta cuenta, de momento, con el apoyo de A Mesa, CIG-Ensino, Anpas Galegas, AS-PG, CSIF, Nova Escola Galega y STEG, aunque está abierto a la espera de que se sumen otras organizaciones sociales, sindicales y políticas. De hecho, los impulsores iniciarán los contactos con los diferentes grupos, a la espera de que puedan contar con este ideario de cara a las próximos comicios del 12 de julio.
La apuesta es muy clara: la plena normalización lingüística en la enseñanza y un modelo que sitúe al gallego como lengua vehicular en el sistema educativo, combatir la discriminación, y lograr la plena competencia en todos los idiomas. Para lograr estos objetivos, la propuesta apunta la necesidad de dotar a los centros de profesores suficientes, material en gallego e incluso una memoria económica que traslade estas medidas en certezas a través de los presupuestos.
El documento presentado por las organizaciones propone dos modelos de aplicación para los diferentes niveles y en función del entorno en el que ubica cada centro, uno de ellos de carácter transitorio para aquellos lugares en los que el uso la lengua gallega sea muy minoritaria. En este sentido, partiendo de un mínimo del 50 por ciento de materias, se trabajaría para lograr un aumento progresivo para lograr el máximo legal, con medidas de apoyo al alumnado con necesidades de refuerzo.
Principalmente, este modelo progresivo se contempla para educación infantil y primaria, con el fin de que en secundaria, bachillerato y FP pueda extenderse al máximo que permita la legalidad.
PLANES DE FORMACIÓN
El plan establece que la lengua de uso sea el gallego, tanto en la comunicación interna como externa, del mismo modo que en las actividades extraescolares. Para ello, se elaborará un plan de formación para la comunidad educativa, con el fin de apoyar y garantizar la competencia plena para impartir las materias y niveles y se promueva una actitud favorable.
La administración velaría por la aplicación de la planificación y rendiría cuentas con una evaluación de su estado cada dos años, para tomar las medidas correctivas necesarias.
También se propone que el ‘Mestrado de Profesorado de Secundaria’ se imparta en gallego y cuente con 20 créditos de formación sociolingüística y de cultura gallega, y que todos los procesos selectivos docentes cuenten con una de sus pruebas en este idioma, en la que se demuestre la competencia oral y escrita.
«UN PRIMER PASO»
Durante su comparecencia pública, Marcos Maceira (A Mesa) ha recordado que en agosto se termina el plazo dado por el Consejo de Europa sobre las carencias detectadas en el último informe del grado de cumplimiento de la Carta Europea de las Lenguas Regionales y Minorizadas.
En este sentido, esta propuesta quiere ser «un primer paso» y parte de una premisa «sencilla», con objetivos «claros», en los que se tiene en cuenta «la realidad social» y el contexto de cada centro.
«La enseñanza debe responder a las necesidades de la sociedad», y ahora mismo «no lo está haciendo», ha advertido, como refleja la «cada vez menor» presencia del gallego en los espacios sociales, de uso y de ocio, tanto en la televisión como en digital, entre otros ejemplos de las carencias que existen para poder vivir con plenitud en este idioma.
El acto contó también con la intervención de portavoces de las diversas entidades que suscriben la propuesta, como Lucía Barreiro (AS-PG), Santiago Quiroga de Nova Escola Galega, Fernando Lacaci (Anpas Galegas), Suso Bermello de CIG-Ensino, José Carlos Fernández Balado (CSIF) y Maica Couto (STEG).