La conveniencia de anticiparse o no al regreso a las aulas es uno de los principales debates en el proceso de desescalada de la crisis sanitaria, en un clima de incerteza por el plan del Gobierno central, las demandas de conciliación de las familias y las críticas de los sindicatos por la falta de protocolos de actuación para asegurar que los menores cumplan las medidas de distanciamiento y seguridad, entre otros factores.
La ministra de Educación, Isabel Celaá, se reunirá el jueves con las comunidades autónomas para abordar el inicio del próximo curso y el hipotético regreso anticipado a las aulas. Ante este encuentro, la titular gallega del ramo, Carmen Pomar, convocó este miércoles a representantes de las confederaciones de ANPA y de sindicatos docentes para trasladar su visión de la situación.
La mayoría de las organizaciones convocadas, consultadas por Europa Press, han coincidido en su rechazo inicial a un regreso prematuro a las aulas, sobre todo en un momento en el que se están liberalizando las restricciones y en el que los expertos insisten en la importancia de extremar las precauciones en las medidas de higiene, distanciamiento y evitar contagios.
Esta preocupación por la seguridad y la garantía de la salud de los niños, con un hipotético regreso a las aulas de los menores de seis años del que todavía se desconocen las condiciones, se produce en paralelo a una demanda de medidas de conciliación para facilitar la recuperación de la vida laboral y la presencialidad en el trabajo de los padres.
Desde Confapa-Galicia, Rogelio Carballo ha insistido en esta idea, puesto que se debe «encontrar de algún modo» una solución a esta situación, «muy complicada y muy compleja» y que se atenta a un derecho «constitucional, como es el derecho al trabajo».
Para Carballo el sistema que se mantenía hasta el momento para facilitar cierta conciliación «ha quebrado», ahora que a los progenitores se los llama a reincorporarse a su trabajo a pesar de tener que atender a tiempo completo a sus hijos e incluso «hacer de docentes».
«Esto no se puede seguir manteniendo», ha insistido, criticando que en este País se le de prioridad a «abrir bares» y no a solucionar la situación de las familias y adoptar medidas para abrir las escuelas, aunque sea de forma «limitada».
CONCILIAR NO ES ABRIR CENTROS
Fernando Lacaci, de Anpas Galegas, ha advertido por su parte de que esta conciliación no pasa por «abrir los centros», puesto que los espacios educativos no deben considerarse como «un sitio donde depositar a tus hijos».
La reincorporacion a la vida del centro debe pasar, en su opinión, por la «absoluta seguridad» de que se cuenta con las medidas y protocolos para asegurar la salubridad y las condiciones sanitarias adecuadas, de modo «muy controlado». Todo ello, ha añadido, teniendo en cuenta que todavía hay que planificar el curso que viene, una cuestión que también trasladará a la conselleira Pomar.
Desde Congapa-Galicia, también han trasladado su «preocupación» por este regreso a las aulas. Patricia Pérez ha considerado que faltan certezas al respecto del proceso, sobre todo para garantizar el cumplimiento de las medidas de seguridad entre los menores.
A pesar de ello, ha incido también en la necesidad de facilitar la conciliación a las familias, pero todavía faltan protocolos y procedimientos para llevarlo a cabo. «No nos dan ningún tipo de información», ha lamentado, y «nadie piensa que estos niños tienen que ir a un recreo».
«NO SOMOS GUARDERÍAS»
Los sindicatos de profesores que cuentan con representación en la mesa sectorial coinciden en rechazar un regreso anticipado a las aulas en Galicia y algunos han denunciado a la Xunta ante la Inspección de Trabajo
La CIG-Ensino ha advertido de la problemática que vive el personal de los centros en materia de prevención, con la incorporación sin que exista un protocolo o una valoración de los riesgos de cada puesto de trabajo.
El sindicato insistirá ante Educación en que ni los profesores ni los alumnos deben incorporarse en este final de curso «si no es con todas las garantías». «Bajo ningún concepto la escuela debe ser considerada como un elemento asistencial para suplir las carencias de un sistema laboral que vive de espaldas a la conciliación».
Desde ANPE-Galicia, ha apelado a su vez en que se debe impulsar una planificación de este regreso a las aulas «con todas las garantías sanitarias».
«No es de recibo que a estas alturas no haya un plan de prevención establecido», denuncia Julio Díaz, quien ha advertido de que los centros «no son aparcamientos de niños» y ha rechazado que se retome la docencia anticipadamente, salvo en casos «específicos» (como los cursos que afrontan la ABAU).
MEDIDAS DE SEGURIDAD
Luz López, secretaria xeral de Ensino de CC.OO. también ha denunciado el «desconocimiento» de toda esta reincorporación, por la que el sindicato presentó denuncia ante la Consellería para exigir «la evaluación de los puestos de trabajo» por parte de los comités de salud y seguridad laboral».
«Sin eso, no es viable garantizar la salud para nadie», ha señalado, para apuntar las dificultades para hacer cumplir las medidas de distanciamiento y de protección a los menores.
FeSP-UGT exigirá a la Consellería de Educación que el alumnado «no vuelva a las aulas hasta septiembre» y que se asegure la dotación de medidas de protección a los trabajadores a partir de una «partida especial» presupuestaria.