El ministro de Sanidad, Salvador Illa, juzga «imprescindible» mantener el estado de alarma durante toda la fase «compleja» de transición hacia la llamada ‘nueva normalidad’ porque ha demostrado su eficacia para reducir la tasa de contagio del nuevo coronavirus y porque permitiría, ha explicado, reaccionar con rapidez ante un eventual rebrote en este periodo en el que se irán aliviando de forma progresiva las restricciones a los desplazamientos, los contactos sociales y la actividad económica.
En una rueda de prensa junto al ministro de Transportes, José Luis Ábalos, desde el Palacio de La Moncloa, Illa ha afirmado que el estado de alarma cuenta, a juicio del Ejecutivo, con un «alto respaldo ciudadano», por lo que ha hecho un llamamiento a los partidos políticos que comienzan a cuestionar su mantenimiento –a nacionalistas e independentistas se ha unido este lunes el PP– a «mejor no hacer experimentos que pueden llevar al caos».
Entre los presidentes autonómicos que demandan el fin del estado de alarma está el jefe del Gobierno gallego, Alberto Núñez Feijóo, que el pasado domingo reiteró su rechazo a prolongar esta medida y que la desescalada se rija por otras opciones de la «legislación ordinaria» como la Ley General de Salud Pública, de la que ha sugerido que se podría hacer «alguna modificación» para regular la movilidad de las personas.