Indra ha comunicado este viernes a la representación legal de los trabajadores en España el inicio del procedimiento de una serie de medidas temporales, como un ERTE para una parte de la plantilla y una rebaja de sueldo para el resto, con las que busca hacer frente al impacto negativo del Covid-19 en sus ingresos, de cara «a garantizar sus capacidades, su orientación al crecimiento y el mantenimiento de empleo cuando la economía se recupere y la situación retorne a la normalidad».
Al respecto, la CIG ha señalado en un comunicado que en Galicia hay más de 1.400 empleados que trabajan para Indra Producción de Software e Indra Soluciones Tecnologías de la Información. El sindicato censura que la compañía aplique un expediente de regulación «a pesar de tener al 80% de su personal teletrabajando» y se valga de una emergencia sanitaria para «sacar más beneficio» y aplicar «un recorte brutal de salarios».
En un comunicado, Indra considera «muy importante» preservar todo el empleo y sus capacidades para el futuro y, por ello, ha planteado estas medidas temporales que permiten mitigar los impactos del Covid-19 «para que no condicionen el futuro de la compañía y así preservar el empleo y las capacidades, evitando tener que tomar decisiones más drásticas en el futuro, que sí comprometerían la recuperación de la compañía y afectarían al empleo y a las capacidades de Indra».
La compañía destaca que estas medidas tienen «un alto componente equitativo» y, con ellas, intenta «minimizar el impacto en el conjunto de sus profesionales en España», al suponer la distribución de la carga entre todos ellos, independientemente de que los efectos del Covid-19 no sean iguales en todas las áreas de actividad.
El Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) propuesto afectaría a una parte de la plantilla en España y se comenzaría a aplicar gradualmente en función de las necesidades, con pesos distintos en las diferentes áreas del grupo. El ERTE sería mayoritariamente en la modalidad de reducción de jornada.
UNOS DIEZ MIL EMPLEADOS COMO MÁXIMO PODRÍAN VERSE AFECTADOS
Fuentes cercanas a la negociación indicaron a Europa Press que el número máximo de trabajadores que podrían verse afectados por el ERTE en cualquiera de sus dos modalidades es de 10.000 personas, lo que supone aproximadamente un tercio de la plantilla de la compañía.
Además, se aplicaría una rebaja salarial a todos los empleados no afectados por el ERTE. Esta tendría un impacto creciente, proporcional al sueldo, empezando en el 5% y subiendo de forma gradual hasta acabar en el 25% para el caso del presidente de la compañía, así como para la retribución del consejo.
Esta rebaja salarial no se aplicaría a los empleados con sueldos por debajo de 25.000 euros anuales, ni tampoco a aquellos empleados que no estén por encima de las tablas de convenio.
CAÍDA DE LA DEMANDA
La empresa de tecnología y consultoría señala que estas medidas temporales han sido tomadas ante «la caída de la demanda de algunos clientes y la imposibilidad de ejecutar ciertos proyectos en el extranjero».
«La expansión de la enfermedad está teniendo un impacto evidente en numerosos sectores productivos, en algunos casos afectando de forma determinante a la capacidad de ciertos clientes de mantener su actividad tradicional», incide la empresa.
En este contexto, Indra apunta que la demanda de servicios que tradicionalmente presta a estos clientes está bajando, afectando al negocio que tiene con ellos.
Además, añade que las limitaciones a la movilidad en España y entre países también está impactando a su capacidad productiva, afectada por retrasos y disrupciones en la cadena de suministros. Estas limitaciones también están impidiendo la ejecución de proyectos en el extranjero, así como completar las pruebas de recepción o puesta en marcha de productos ya prácticamente terminados para alguno de sus principales clientes.
«Aunque estas circunstancias no deriven normalmente en una cancelación de contratos, si supondrán retrasos de los mismos, lo que afectará a la capacidad de la compañía de facturar, reconocer ingresos y cobrar», explica.
Asimismo, agrega que la naturaleza de sus negocios hace que una parte muy significativa de su base de costes sea fija, lo que hace necesario gestionar dicha base de costes para poder asegurar las capacidades y el empleo de la compañía en el largo plazo.
En este sentido, recuerda que en las últimas semanas ha adoptado medidas extraordinarias en forma de ahorro de costes que se han aplicado en todos sus departamentos comerciales, de producción y corporativos.
Las medidas temporales comunicadas este viernes a la representación legal de los trabajadores se suman a éstas y facilitan «una mayor y más eficaz capacidad de respuesta» para afrontar los impactos ya producidos y anticipar la evolución previsible de la situación creada por el COVID-19.
TRANSFORMACIÓN DE INDRA
Indra subraya que en los últimos ha protagonizado una transformación «profunda y completa», que se ha reflejado en una mejora significativa de sus datos financieros y de la generación de capacidades y de empleo, lo que le permite tener un potencial de crecimiento futuro muy atractivo.
Como ejemplo, Indra ha duplicado su inversión y, en concreto, la relacionada con I+D+i ha pasado del 5% al 7% de sus ventas. Además, ha generado más de 3.000 empleos netos en España en los últimos dos años, contratando más de 7.000 jóvenes e internalizando alrededor de 1.000 subcontratados.
«Gracias a la evolución positiva de su negocio y a la potenciación de sus capacidades, Indra es una compañía con un alto potencial de generación y mantenimiento de empleo de alto valor relacionado con la innovación y la tecnología en los próximos años», afirma.
En este sentido, agrega que los nuevos programas de Defensa y las capacidades digitales y de ciberseguridad, entre otras capacidades, soportarán gran parte de este crecimiento. «Por ello, para Indra es fundamental preservar todo el empleo y sus capacidades intactas para el futuro», agrega.
CCOO RECHAZA LA REBAJA SALARIAL
Por su parte, CC.OO. de Industria estima que en torno a la mitad de unos casi 6.000 trabajadores de la compañía se verán afectados por el ERTE durante al menos tres meses, y ha rechazado la medida de reducción salarial propuesta para el resto de empleados.
Gerardo Cortijo, responsable sectorial de bienes de equipo y miembro de la Comisión Ejecutiva Federal de CCOO de Industria ha recordado en un comunicado que Indra es una empresa con casi el 20% del accionariado público y cuyo principal cliente es el propio Estado y sus diferentes administraciones, «y debe actuar como tal».
En este sentido critica que ante la situación histórica del país debido al Covid-19, con una crisis sanitaria y de suministros en las que otras empresas y colectivos están aprovechando para ayudar, diseñando y fabricando material médico y de protección, Indra Sistemas «mira hacia otro lado». «Muchas empresas están trabajando para que el abastecimiento de la población sea el necesario, pero Indra no solo no ayuda, sino que lo primero que hace es mirar la caja y pedirle dinero a los trabajadores, a través de mandarlos al paro y ahorrarse el dinero de los salarios», ha cuestionado Gerardo Cortijo.