La crisis del coronavirus ha llevado a las empresas gallegas a extremar las precauciones higiénico-sanitarias, pero también a tomar medidas extraordinarias en previsión de que aumentarán los problemas de suministro, y han iniciado «acopio extraordinario» de materiales.
Así lo han confirmado el presidente de la Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP), Jorge Cebreiros, y el secretario general de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Galicia (Asime), Enrique Mallón.
Mallón ha explicado que empresas del sector metal están «haciendo un acopio mayor» de piezas procedentes de Italia y Asia, aunque ha matizado que aún «no hay un desabastecimiento real de piezas importantes» que pueda repercutir en los procesos de producción de las fábricas. «No estamos en una situación drástica», ha señalado.
A ese respecto, ha recordado que la capacidad de almacenaje «es reducida» y que muchas empresas «no estaban preparadas para esta crisis», ya que «nadie pensaría» que un país europeo, como Italia, «fuera a tener tantas incidencias». «Todavía no hay consecuencias dramáticas, hay precaución y un acopio extraordinario, porque ya se prevé que esta crisis dure algo más de lo que se pensaba, y nadie quiere dejar de cumplir sus compromisos», ha añadido.
LLAMAMIENTO A LA CALMA
En todo caso, el secretario general de Asime ha insistido en hacer un llamamiento «a la calma» porque, en el sector metalúrgico (con unos 70.000 trabajadores), aún no se ha detectado ningún caso de contagio por coronavirus.
En el actual escenario, Mallón ha recordado que las empresas han reforzado sus medidas higiénico-sanitarias (una veintena tiene protocolos específicos), y han adoptado medidas como restringir el acceso a los centros o, en caso de transportistas que lleven suministros y procedan de zonas de riesgo, controlar esos accesos.
Asimismo, ha apuntado que muchas empresas del sector ya tienen implantados mecanismos de teletrabajo, y se ha incrementado el uso de tecnologías, como la videoconferencia, para evitar riesgos. «Lo que más preocupan son las consecuencias económicas, que ya estamos sufriendo», ha apostillado, y ha recordado que, además de los previsibles problemas de abastecimiento, se han suspendido y aplazado ferias y encuentros de negocios, y hay problemas de interlocución con empresas de Asia e Italia.
DUDAS DE LAS EMPRESAS
Mallón ha hecho estas declaraciones tras participar en un encuentro con empresarios del sector metalúrgico para informarles sobre los protocolos y medidas que deben activar en esta crisis del coronavirus.
Al respecto, el asesor jurídico de Asime, Pablo Estévez, ha señalado que, entre las consultas que reciben por parte de los empresarios, la principal duda es cómo actuar en caso de que se detecte un trabajador contagiado en la plantilla.
Según ha recordado, en el aspecto laboral, si una eventual epidemia obliga al cierre de un centro de trabajo, las empresas pueden acudir a expedientes de regulación de empleo suspensivos pero, en todo caso, ha incidido en que «lo prioritario» es lo que determinen las autoridades sanitarias.
CONFEDERACIÓN DE EMPRESARIOS
Por su parte, el presidente de la Confederación de Empresarios de Pontevedra, Jorge Cebreiros, ha confirmado que «hay empresas que están adelantando de 3 a 6 meses su cadena de suministros», con la previsión de que, «en 6 semanas ya no van a llegar contenedores de China».
Cebreiros ha dado por hecho que esta crisis va a tener «impacto» en las empresas de la provincia y, según ha recordado, ya se está notando en el ámbito del turismo y los viajes. Con respecto a la actividad industrial, ha recalcado que las empresas «tendrán que buscar proveedores alternativos, si los hay», y ha avanzado que se prevé «la punta de desabastecimiento en 10 días o dos semanas».