A menos de un mes de que se celebren las elecciones en Galicia, el Parlamento en funciones ha acogido este viernes una sesión extraordinaria, a petición de la oposición, que reclamaba la comparecencia del presidente de la Xunta para explicar su relaciones con los exdirectivos de la petrolera Pemex investigados por supuesta corrupción y las supuestas irregularidades relacionadas con ayudas a la emigración. Pero estas, junto a otra por la muerte de un trabajador en el puerto de A Coruña, fueron rechazadas y despachadas por el Partido Popular como «ejemplo» de la labor de oposición que ha desacreditado y reflejo de una «debilidad electoral» de los grupos que el Gobierno tiene enfrente.
Toda la oposición, que tuvo que repartirse 20 minutos en tandas de cinco para defender la petición de las tres comparecencias –en contra de su opinión pero con el aval, dijo el presidente de la Cámara, Miguel Santalices, de los servicios jurídicos–, estableció la necesidad de que el presidente de la Xunta diese explicaciones sobre los casos de «corrupción» que llevan a la investigación de exdirectivos de Pemex y a las pesquisas seguidas por el Tribunal de Cuentas a propósito de ayudas a la emigración, en las que acabó salpicado el ya exsecretario xeral da Emigración y ahora candidato del PP en las listas por Ourense, Antonio Rodríguez Miranda.
Pero para el portavoz popular, Pedro Puy, las intervenciones han sido un «magnífico epílogo de lo que fue la legislatura»: una oposición «tendenciosa, con especulaciones o falsas noticias o que recurre directamente a decir cosas que no son». Demuestran, a su juicio, una «honda debilidad electoral» y que «solo» buscan «hacer ruido».
El debate no ha podido escapar del ambiente de precampaña y casi todos solventaron las últimas intervenciones con buenos deseos en lo personal, y menciones a las urnas. «Desear lo mejor que se puede desear, salud, y que la campaña ganen los que tengan que ganar, pero que vaya bien para todos», pronunció el presidente de la Cámara, del PP.
También se despidió Davide Rodríguez, que ocupó este viernes la portavocía del Grupo Mixto –integrada en su totalidad por diputados de En Marea, formación que no se presenta–, ante la ausencia del magistrado Luís Villares, que anunció que abandonaba la política –aunque todavía forma parte de este órgano parlamentario hasta el 5 de abril–. El político de Manzaneda, que tampoco seguirá en primera línea política, deseó a los que se situaban a «su derecha» –físicamente en la sala– logren una mayoría suficiente frente a Feijóo: «que los compañeros que están a la derecha hoy sentados escriban nuestro epílogo el 5 de abril, porque los gallegos no se merecen este presidente».
«En lo personal, todos los éxitos; en lo político, que hablen los gallegos, que son los que tienen que decidir», dijo, por su parte, la viceportavoz del BNG y número uno por Lugo, Olalla Rodil.
Además de Villares, tampoco estuvieron presentes en el órgano de ‘guardia’ entre legislaturas el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, de viaje institucional en París y quien fue sustituido por la diputada Marta Rodríguez Arias, que no repite en las listas del PP. La otra ausencia destacada ha sido la del líder del PSdeG y candidato, Gonzalo Caballero, de viaje de precampaña electoral en Argentina.
No lo hizo dentro, pero al ser preguntado en declaraciones a los medios posteriores a la reunión de la Diputación Permanente, el portavoz del Grupo Común da Esquerda, Antón Sánchez, ha confiado en «un cambio» de gobierno el próximo 5 de abril, al que aseguró que tratará de contribuir «allá donde esté», ya que también se ha despedido.
Se va de la Cámara con una amonestación de Miguel Santalices, por decir que el PP era el partido «más corrupto de Europa» y no querer retirar esa expresión. Pero el presidente de la Cámara no quiso que se fuese sin despedirse y le dio un abrazo y le preguntó por su salud, la preocupación que el popular tiene por cada uno de los diputados.
«Traté de trabajar todo lo posible, porque para mí era una honra (ser diputado) y trabajaré para un cambio en Galicia. Fue una decisión muy meditada y echaré de menos la actividad parlamentaria, pero también recuperaré otras cosas que echaba de menos», ha manifestado.
NO HABRÁ COMPARECENCIAS
Este viernes ha sido día de despedidas y, por el momento, no habrá comparecencias debido a la negativa del PPdeG a que acuda Feijóo a explicar su relación con los exdirectivos de la petrolera mexicana Pemex investigados por corrupción y las supuestas irregularidades cometidas por el departamento de Emigración del Ejecutivo autonómico en la embajada española en Venezuela en los años 2015 y 2016, según rezaban las peticiones de la oposición.
En su intervención, la diputada del BNG ha observado un «intento de tapar corruptelas» y ha pedido explicaciones, mientras que Antón Sánchez cree que la «relación con el narco Marcial Dorado» en los años 90, ha llevado a Feijóo a «moverse como pez en el agua en estos contextos», en referencia a su relación con Pemex.
El viceportavoz socialista, Luis Álvarez, que ha estado acompañado de, entre otras, Patricia Vilán (que también se despide este viernes) lamentó los asuntos «oscuros» y se preguntó por qué «niegan» una relación con Pemex que fue reconocida públicamente.
Además, la oposición también pidió que el conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuiña, informase sobre la gestión de la emergencia registrada el pasado 13 de febrero, cuando un trabajador de 38 años falleció en el puerto exterior de A Coruña tras sufrir un infarto y esperar durante media hora por una ambulancia.
PEMEX Y VENEZUELA
En septiembre de 2012, Pemex y la Xunta de Galicia anunciaban la firma de los contratos para la construcción de dos floteles (uno en Barreras y otro en Navantia-Ferrol) y, algo más de un año después, a propuesta de Emilio Lozoya, el Consejo de Administración de PMI (filial de la petrolera mexicana) aprobó la compra del 51 por ciento de las acciones del astillero vigués por 5,1 millones de euros.
Esta compra, apadrinada por el presidente gallego, en cuya agenda pública figuraron encuentros con Lozoya en 2013 y 2014, «cinco», como recordaron los grupos de la oposición este viernes, se escenificó en diciembre de 2013, en una visita de mandatarios de la empresa mexicana a Vigo. En esa visita, se anunciaron varios contratos más, que «nunca» llegaron a hacerse realidad (un atunero, tres ‘buques-tanque’ y otras tres unidades que tampoco se concretaron).
Más tarde, la bajada del precio del petróleo y el cambio de gobierno en México, donde el presidente López Obrador anunció la revisión de contratos y una investigación sobre la «corrupción» en la petrolera, hicieron que el astillero vigués se convirtiera en un problema para Pemex. De hecho, la estatal del país azteca ha trasladado su intención de deshacerse de las acciones, y recuperar los 5,1 millones de euros, así como los 8 millones depositados en garantías.
EMBAJADA EN VENEZUELA
Por otra parte, la segunda reclamación de los grupos políticos tiene que ver con el agujero detectado por el Tribunal de Cuentas en la gestión de ayudas a españoles en Venezuela en 2015 y 2016, y un supuesto plan del responsable gallego de Emigración, Antonio Rodríguez Miranda, para cubrir el escándalo con fondos públicos, que el portavoz del PPdeG en el debate este viernes ha desmentido.
Esta información, dada a conocer el 20 de febrero por medios como ‘Praza Pública’ y ‘ElDiario.es’, indica que Rodríguez Miranda habría formulado esta propuesta en diciembre durante una reunión en la embajada española del citado territorio, con la presencia del embajador, Jesús Silva, y el cónsul Juan José Buitrago, todos miembros del consejo de administración de la Fundación España Salud.