El comité de empresa de Navantia Ferrol ha denunciado represalias por parte de compañías auxiliares, que pretendían «castigar» a sus trabajadores por participar en la última manifestación en defensa del sector y en demanda de carga de trabajo que se celebró en la ciudad departamental.
«No vamos a permitir ni a consentir que ninguna compañía auxiliar pueda tomar represalias contra sus trabajadores por participar en las protestas demandado carga de trabajo», ha advertido el presidente del comité, Javier Galán (CCOO), quien ha acusado directamente a Maessa de protagonizar ese castigo a los trabajadores por secundar las manifestaciones.
Operarios de la empresa y de auxiliares se han concentrado entre las 10,30 y las 11,30 horas de este jueves ante la puerta principal del astillero ferrolano, como parte del calendario de movilizaciones aprobado en asamblea. En dicho «cronograma» también tenían previsto acudir a los juzgados de Ferrol, coincidiendo con una vista por la participación de operarios de Maessa en otras movilizaciones, pero que al quedó suspendida «tras un principio de acuerdo entre la empresa y los delegados».
Galán ha insistido en sus advertencias por la falta de carga de trabajo para después del verano, «durante lo que resta de año y de 2021», y ha recordado que tienen solicitadas entrevistas con los grupos parlamentarios en el Congreso de los Diputados e intentarán concertar un encuentro con el propio Gobierno.
«Para demostrarle una vez más que esta comarca no puede mantenerse dos años sin ningún tipo de carga de trabajo, en la única industria capaz de generar una importante cantidad de empleo», ha incidido.
NUEVAS INCORPORACIONES
Por otro lado, con respecto a las nuevas incorporaciones, Galán ha trasladado a la empresa que esta cuestión debe estar decidida «antes del 6 de marzo», con una serie de criterios que vienen emanados de Madrid y «que la dirección de Ferrol está tratando de torpedea», algo que no van a «permitir».
En este sentido, los sindicatos esperan a contar con una «solución para los centros de Ferrol y Fene (A Coruña)» antes de esa fecha, puesto que los trabajadores no pueden «seguir aguantando con al repercusión que esto tiene, tanto en lo interno como en lo externo, con las perspectivas que hay entre la ciudadanía».