El juzgado de lo Mercantil número 3 de Pontevedra, con sede en Vigo, ha dictado auto por el que acuerda la homologación del plan de refinanciación presentado por Hijos de J. Barreras, después de que el astillero hubiera alcanzado un acuerdo con más del 51 por ciento de sus acreedores y hubiera adoptado «medidas urgentes de refinanciación y reestructuración» de su deuda.
Según figura en el auto, el auditor de cuentas del astillero certificó que Barreras cuenta con el pasivo suficiente para la suscripción de ese acuerdo, y dado que también se cumple el requisito de haber alcanzado el pacto con al menos el 51 por ciento de los acreedores, el juez ha dado luz verde a la homologación.
El astillero solicitó esa homologación «habiéndose producido una viabilidad a corto y medio plazo de su negocio, como consecuencia de una ampliación significativa del crédito disponible con una financiación adicional e incremento del precio a percibir», según se recoge en el auto del juzgado de lo Mercantil.
Asimismo, se indica que «se ha disminuido el riesgo financiero con la cancelación del contrato de línea de aval de devolución» y que «se ha fijado una modificación de las obligaciones de pago mediante prórroga de su plazo de vencimiento (…), que se fija en mayo de 2021».
El juez señala que, en virtud de este acuerdo de homologación, ni el acuerdo de reestructuración, ni los negocios, actos o pagos realizados a su amparo, así como las garantías que se constituyan pueden ser objeto de acciones de rescisión.
Finalmente, apunta que las entidades financieras acreedoras afectadas por la homologación «mantendrán sus derechos frente a los obligados solidariamente con el deudor, y frente a sus fiadores y avalistas», de modo que éstos no podrán invocar ni el acuerdo ni la homologación «en perjuicio de aquellos».
ACUERDO CON ACREEDORES
El astillero vigués, controlado por la naviera de Ritz Carlton, presentó el acuerdo en el juzgado a principios de febrero, justo a punto de cumplirse el plazo de finalización del preconcurso. En ese plan de rescate, Barreras presentó un acuerdo con Cesce y con la banca, que contemplaba asumir el sobrecoste del crucero Evrima, y al que posteriormente se adhirieron las empresas auxiliares (acreedores comerciales).
De hecho, las auxiliares acreedoras, agrupadas en la sociedad Uninaval, aceptaron sumarse al plan para no abocar a Barreras al concurso y después de que el astillero hubiera adoptado diversos compromisos. Entre esos compromisos, está el de saldar, en el momento en que el juzgado homologue el acuerdo de refinanciación y se vuelva al trabajo, la mitad de la deuda contraída con estas empresas en la construcción del crucero de Ritz Carlton, mientras que el resto se abonará a la entrega del buque.