El acusado de matar a su padre a golpes en el municipio de Monterroso (Lugo) alega que la muerte fue «accidental», por lo que su defensa pide la libre absolución.
Este miércoles se ha iniciado en la Audiencia Provincial de Lugo el juicio, con jurado, contra este hombre, de 54 años, acusado de matar a su padre a golpes en Monterroro.
La muerte accidental es el argumento que empleará la defensa de Pedro L.L., el letrado César Lodos, que antes de entrar en sala ha avanzado que su estrategia se conducirá en base a que es «inocente» y que «se trata de un error porque la muerte fue totalmente accidental».
«Esto, unido a unas declaraciones desafortunadas de esa persona (su cliente), que estaba en ese momento bastante bebida, lleva a una confusión que lo mantiene durante dos años en prisión, pero vamos a desenmarañar esa confusión y va a quedar libre», ha manifestado.
Los hechos, por los que la Fiscalía pide 20 años de prisión por un supuesto delito de homicidio y la prohibición de acercarse a su hijo que presenció lo sucedido con cuatro años, se produjeron en marzo de 2018 en la parroquia de Esporiz, en Monterroso.
El padre presentaba movilidad reducida que dificultaba sus movimientos y que hacía que precisase asistencia y, según la acusación pública, el procesado le propinó múltiples patadas y puñetazos por todo el cuerpo, cabeza incluida, el pecho y la espalda, además de emplear una cuna metálica que se hallaba en el domicilio que compartían para ocasionarle la muerte.
«HERIDAS MENORES»
César Lodos ha enfatizado que el acusado es «un hombre incapaz de hacerle eso a su padre». «Pedro dejó su vida por atender a su padre», ha abundado. «Tampoco por las heridas, porque ninguna de las heridas que presenta su padre le pudieron causar la muerte. No son heridas traumáticas. Son heridas menores», ha razonado.
Justifica el abogado que esas heridas se produjeron porque la víctima «cayó». «Era un hombre de avanzada edad, cayó varias veces y al final se enmarañó todo un poquito en la declaración de Pedro en el momento del levantamiento del cadáver y nos llevó al error que nos trae hoy aquí», ha argumentado.
También censuró que «el trabajo de la fiscalía es acusar y nunca admite que puede estar errada». «La fiscalía va a seguir hasta el final, pero hoy se va a demostrar que es un error, que se solicitan 20 años de prisión que están fuera de la realidad del Código Penal, que establece de diez a quince años. Esta fuera de la horquilla. Es una cadena de errores», ha insistido el letrado.
RELACIÓN PADRE-HIJO
En cuanto a la relación de ambos, ha apuntado que era «la típica de padre e hijo que viven juntos, podía haber algunos insultos entre ellos pero nada más». «Pedro es una persona muy tranquila y se va a demostrar con los testigos, no es agresiva. En su vida nunca tuvo ningún problema con nadie. Es una persona que dejó su vida para cuidar a su padre», ha resumido.
El acusado se encuentra en la prisión de Monterroso desde que ocurrieron los hechos y, tal y como ha puntualizado finalmente su abogado, está «tranquilo» porque «está confiado en que hoy por fin pueda decir lo que pasó y pueda ver todo el mundo que no es un asesino».