Un agente de la Guardia Civil de Lugo se enfrenta a diez años de cárcel por maltratar a su pareja, a la que, una vez concluida la relación, acosó y amenazó, llegando incluso a seguirla empleando las bases de datos policiales a las que tenía acceso como miembro de las fuerzas del orden.
El juicio tendrá lugar el martes en la Audiencia Provincial de Lugo, donde J.A.C.F. deberá responder como acusado de un delito de malos tratos habituales, tres delitos de malos tratos, otro delito continuado de amenazas y, por último, un delito de descubrimiento y revelación de secretos.
Por todo ello, el Ministerio Público solicita una pena total de 10 años de cárcel, además de la privación de poseer armas durante seis años y una multa de 360 euros. Asimismo, también reclama el pago de una indemnización a la víctima de 2.400 euros y la prohibición durante cuatro años de aproximarse a menos de 500 metros.
Los hechos se remontan al verano de 2015, cuando el acusado mantenía una relación sentimental con la víctima. A finales del mes de julio, el agente agredió a su pareja en el interior del coche patrulla de la Guardia Civil.
Según relata el escrito de Fiscalía, a raíz de este episodio, la víctima decidió acabar con la relación, aunque ésta no terminó definitivamente hasta finales de agosto. Ese mismo mes, el acusado cometió una nueva agresión a su pareja, en esta ocasión en la Comandancia de la Guardia Civil de Lugo, donde residía.
Tras el fin de la relación, el presunto agresor comenzó a enviar mensajes de Whatsapp en los que insultaba y amenazaba a su expareja. Además, durante todo un año, el agente usó sus claves para acceder de manera ilícita a distintas bases de datos policiales para consultar información personal de la víctima.
En julio de 2016, el juzgado de Instrucción número 3 de Lugo prohibió al procesado acercarse a menos de 500 metros de la denunciante, que padeció transtornos psicológicos a consecuencia del maltrato al que fue sometida.