Las organizaciones y colectivos que durante más de dos años se han movilizado contra la reapertura de la mina de Touro se han felicitado este viernes de la decisión de la Xunta de rechazar el proyecto, al tiempo que han reclamado la restauración medioambiental del entorno.
Con todo, avisan de que la concesión de la empresa Cobre San Rafael no finaliza hasta 2060, por lo que en cualquier momento podrían presentar un proyecto diferente para recuperar la explotación «al amparo de la nueva legislación que promueve el actual gobierno de la Xunta, que elimina garantías en el procedimiento ambiental y acorta los plazos, dificultando la participación ciudadana».
El portavoz de la Plataforma de Defensa de la Ría de Arousa, Xaquín Rubido, ha asegurado que la paralización es consecuencia directa de la «unidad y la movilización» demostrada por los sectores afectados. Entre ellos, identifica a ganaderos, labradores, cooperativas agrarias, cofradías de pescadores, agrupaciones de productores de mejillón, parquistas, mariscadoras, sindicatos, colectivos ecologistas y culturales y diversas entidades.
Rubido ha agradecido a los más de 40 ayuntamientos «de todos los colores políticos» en cuyos plenos se aprobaron, «casi siempre por unanimidad», mociones en contra del proyecto de explotación de Touro. «Pero a pesar de este victoria la lucha no ha terminado», avisa.
RESTAURAR EL ENTORNO
La otra gran cuestión pendiente, apuntan, es el acondicionamiento del entorno de la mina. Xaquín Rubido recuerda que actualmente se siguen produciendo drenajes de productos contaminantes que van a parar al río Ulla y, por tanto, a las aguas de la ría de Arousa.
«La responsabilidad de acometer las obras para acabar con esa situación corresponde a la empresa concesionaria, pero tiene que ser la Xunta la que les inste para que las lleven a cabo», apuntó Rubido.
De hecho adelantó que los colectivos antimina solicitarán al Gobierno autónomo que realice de inmediato esa solicitud para paralizar los vertidos. «Cuanto más tiempo pase, más se agravará el problema», advierten.
En la reunión mantenida este viernes en Carril los colectivos en contra de la mima de Touro reafirmaron su decisión de seguir adelante «fiscalizando y exigiendo la restauración» de la antigua mina y su entorno.
«Nuestro papel seguirá activo y vigilante para seguir muy de cerca los pasos de todas las empresas del entramado minero de Touro y O Pino, en las que aún hay muchas responsabilidades que depurar y mucho daño medioambiental que restaurar», sostienen.
Esta misma semana, el conselleiro de Industria, Francisco Conde, avanzó en el Parlamento que exigirá a los responsables de la empresa la actualización del plan de restauración de la mina de Touro con el objetivo de «salvaguardar» el estado ecológico del curso fluvial.