La comisión de Industria, Investigación y Energía del Parlamento Europeo ha dado este miércoles su visto bueno a la nueva lista de proyectos energéticos prioritarios planteada por la Comisión Europea, que incluye una treintena de ellos relacionados con el gas natural.
En concreto, está comisión europarlamentaria ha rechazado la objeción a esta lista planteada por eurodiputados de Los Verdes e Izquierda Unitaria Europea (GUE). El pleno de la Eurocámara, sin embargo, votará de nuevo previsiblemente en febrero para confirmar su aval a la lista o rechazarla.
La votación de este miércoles había generado cierta expectación por las críticas que se habían vertido desde organizaciones ecologistas por el hecho de que la UE vaya a financiar un total de 32 proyectos relacionados con el gas natural.
Preguntada por estos comentarios, la Comisión Europea defendió el pasado lunes que el gas natural es un combustible necesario para abordar la transición climática, aunque tendrá que ser reemplazado «progresivamente» por otros que no son fósiles, como el hidrógeno, el biogás o el gas de síntesis.
Así, Bruselas señaló que transición climática estará basada en un «amplio abanico de fuentes energéticas y tecnologías», por lo que la «clave» será que las infraestructuras en las que invierta la UE «puedan apoyar» el desarrollo de las nuevas fuentes energéticas.
En total, la cuarta actualización de este documento incluye un total de 151 infraestructuras, de las cuales 102 son proyectos de transmisión o almacenamiento de electricidad, 32 de gas, seis de crudo, otras seis redes eléctricas inteligentes y cinco redes transfronterizas de dióxido de carbono.
En el caso de España, sigue incluyendo las interconexiones eléctricas entre España y Francia por el Golfo de Vizcaya, con Francia desde Navarra y Aragón y la conexión entre Galicia y Portugal, así como tres estaciones de almacenamiento de electricidad con hidrobombeo.
Sin embargo, ya no aparecen ninguna de las dos interconexiones gasísticas que sí estaban recogidas en las listas anteriores. Es decir, el gasoducto Midcat, que uniría España y Francia a través de Cataluña, la primera fase de este proyecto -conocida como STEP– y la tercera interconexión entre España y Portugal.