«Tener un hijo por la sanidad pública gallega lleva más de dos años». Esta es la queja de Pilar, una mujer paciente de la Unidad de Reproducción Asistida del Hospital Teresa Herrera de A Coruña, que acaba de denunciar las dificultades que lleva encontrando en este tiempo para ser atendida en los plazos correspondientes. Según cuenta, su caso entró en las listas del Sergas cuando ella tenía 32 años y ahora, tres años más tarde, ya con 35, sigue sin rematar su proceso.
Por una parte, critica que el teléfono de cita previa está «cerrado»: «da igual la hora del día a la que llames porque te salirá una locución que te remitirá a tu centro de salud». De este modo, Pilar, que vive en Monforte de Lemos, sólo tiene como alternativa para pedir citas ir presencialmente al hospital Teresa Herrera. «Yo pensé que el teléfono había cerrado temporalmente porque las listas de espera eran enormes, pero hablé con uno y con otro, y me encontré con una trabajadora que me dijo: ‘Protestad! Ese teléfono está cerrado por falta de personal«.
Las pruebas médicas a las que Pilar se sometió durante este tiempo para entregar a su médico caducaban el día 15 de enero. A punto de rematar el plazo, y sólo mediante una queja formal al hospital, la mujer consiguió cita para el 7 de enero. «Si me hubiera caducado el proceso, no dudaría en ir a juicio», dice contundente. En la contestación a la queja, el hospital Teresa Herrera reconoce que «el teléfono de citas generalmente tiene mucha carga de llamadas, lo que provoca esas dificultades».
Por otra parte, Pilar asegura que se vio obligada a hacer ciertas pruebas por la sanidad privada porque, despues de un año, aún hoy es el día en que no la llamaron para hacerlas por el sistema público. «Si es por los políticos, la solución es esperar. Esperar a que pase el tiempo como si no fuera un factor determinante. Esperar a que la gente se marche para la sanidad privada para después presumir de que las listas de espera se redujeron», reivindica.
«¿Cuánta gente habrá que abandonó todo esto por no poner una hoja de reclamación o por desesperación?». Según cuenta a paciente, las consultas del Teresa Herrera están «masificadas». «Es aberrante ver una sala llena de parejas ilusionadas con el proceso que están viviendo y por otra parte desesperadas por ver cómo no pueden compaginar trabajo y tratamiento. No toda la gente se puede permitir ir tres veces al hospital en una semana y estar en él entre cinco y siete horas», sentencia.
Desde consulta, la respuesta que Pilar obtuvo de su médico estuvo lejos de tranquilizarla: «Me vino a decir que tardar un año en tener cita había sido culpa mía porque ‘las mujeres a los 34 estáis en plena éxtasis laboral, personal y sexual y no queréis perder esa buena vida que lleváis, pero no nos acordamos de que los años pasan y obtener un embarazo con el paso de los años cada vez es más difícil'».
HOSPITAL TERESA HERRERA
Por su parte, el Hospital Teresa Herrera niega que existan grandes listas de espera y que haya dificultades para solicitar citas médicas. «No hay ningún día que no se den citas», aseguran en declaraciones a Galicia Confidencial. En cuanto a la dilatación del proceso en el tiempo, se ciñen a «criterio clínico». «Los tratamientos no son clínicamente inmediatos», zanjan.