Este 12 de enero se cumplen 22 años de la muerte voluntaria de Ramón Sampedro, el gallego que fue pionero en reivindicar el derecho a disponer de la propia vida en España. Por ello, un año más, la asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD) conmemora esta efeméride con la celebración del Día de la Muerte Digna de Galicia y con varias actividades en el municipio coruñés de Porto do Son este sábado y domingo.
En concreto, según informa DMD en un comunicado de prensa, durante la mañana de este sábado, 11 de enero, DMD Galicia colocará una mesa informativa en el Mercadillo de Ribeira desde la que resolverá dudas sobre derechos sanitarios al final de la vida y el testamento vital.
Por la tarde, en la Casa de Cultura de Xuño, en el ayuntamiento coruñés de Porto do Son, la asociación organiza una mesa redonda sobre eutanasia y libre disposición de la propia vida.
Mientras, el domingo, día 12, a las 13,00 horas, tendrá lugar el acto de recuerdo a Ramón Sampedro en la Praia das Furnas, en la que tuvo el accidente que lo dejó tetrapléjico.
«Más de dos décadas después de su muerte, Ramón Sampedro se ha convertido en un símbolo universal de la lucha por la despenalización de la eutanasia y el derecho a decidir sobre el final de la propia vida», subraya DMD. «Su ejemplo y su mensaje de libertad han calado entre la ciudadanía, que apoya abrumadoramente (87% a favor, según las últimas encuestas) que se legalice la ayuda médica a morir», abunda.
LEY
El ejemplo de Sampedro, sostiene DMD Galicia, «ha logrado que este respaldo llegue a personas de todas las ideologías y creencias religiosas». «Sin embargo, este apoyo ciudadano choca con una Xunta de Galicia sin voluntad de mejorar la calidad de la muerte de su población», ha apostillado.
«Con un gobierno autonómico que incumple sistemáticamente su propia ‘ley de muerte digna’, aprobada por unanimidad en 2015, y abruma con dificultades a las personas que intentan ejercer sus derechos sanitarios al final de la vida», critica la asociación.
«Pese a que la Lei 5/2015 de dereitos e garantías da dignidade das persoas enfermas terminais recoge que la Xunta, en el plazo máximo de tres meses desde la entrada en vigor, llevará a cabo las actuaciones precisas tanto para darle difusión a esta ley entre los profesionales y los ciudadanos gallegos como para promover entre la población la realización del documento de instruciones previas», indica DMD, «Galicia sigue siendo una de las comunidades autónomas con menos testamentos vitales registrados en proporción a su población (solo hay 3,36 por cada 1.000 habitantes)».
De este modo, apunta la asociación que en Galicia «se registra la mitad de testamentos vitales por mil habitantes que en el conjunto de España y casi cuatro veces menos que en las comunidades autónomas donde está más extendido». «Esto se debe, sobre todo, a una desidia institucional a la hora de promover este documento, fundamental para que se respeten las decisiones de cada persona la final de su vida», apostilla DMD.
Asimismo, critica que «tampoco se ha formado adecuadamente a los profesionales sanitarios de Galicia sobre los derechos que reconoce la Ley 5/2015, ni sobre las obligaciones». «La falta de interés de la Xunta por desarrollar su ley de muerte digna perjudica la calidad de la muerte de los gallegos», sentencia.
«Ramón Sampedro luchó toda su vida por la libertad de decidir sobre su propio final. Más de dos décadas después, su lucha sigue siendo necesaria», concluye esta asociación.